Neverland: el rostro macabro de Michael Jackson

Escalofriantes y de alto impacto; así son los relatos de ‘Leaving Nerverland', una producción del cineasta británico Dan Reed a través de la cual el canal estadounidense HBO le presenta al mundo un rostro distinto de Michael Jackson donde ya no luce como el afamado intérprete de pop que acaparó la atención de millones durante décadas; ahora, desde las vivencias de Wade Robson y James Safechuck —en aquel entonces de siete y diez años, respectivamente— es un presunto monstruo pedófilo que marcó abruptamente la vida de dos familias.

Con el reciente lanzamiento del documental se exponen, durante cuatro horas continuas, las vivencias de estos dos hombres con vidas entrelazadas por el mismo flagelo: el abuso sexual infantil en manos del ‘rey del pop'. Observar y escuchar los detalles de lo que parece un filme de horror y ficción deja un gran sinsabor. La trama real de la destrucción familiar derrumba cualquier indicio de legado musical al que pudiera aún hacerse referencia con la memoria de Jackson. La manera en la que son hilados los acontecimientos y los detalles tan profundos de cada historia hacen conectar con gran facilidad al espectador con la realidad y el drama de sus protagonistas.

Para algunos, el relato intempestivo de Robson —quien denunció el abuso por primera vez en 2013, tiempo después de la muerte de Jackson, y que también, paradójicamente, había testificado a favor del intérprete durante el juicio que enfrentó por abuso en 2005— debió salir mucho antes a la luz. Hay quienes cuestionan por qué esperar tanto. La realidad es que, según ha relatado a medios de comunicación estadounidenses, el joven australiano no estaba ‘psicológica ni emocionalmente preparado para enfrentarlo'.

En cuanto a Safechuck, no fue hasta 2014 que denunció su caso en los tribunales de Los Ángeles asegurando que el artista comenzó a propasarse con él cuando tenía 10 años, durante la gira ‘Bad', realizada en París en 1988.

La difusión del documental ha generado una explosión de reacciones y ha afectado incluso el patrimonio del cantante, con propiedades como el Rancho Neverland cuyo precio de venta era de $67 millones y que con la salida del documental se ha desplomado a $31 millones.

En el material, presentado inicialmente en el Festival de Cine Sundance 2019, el espectador entra en contacto con la historia devastadora de dos familias donde la depresión, el suicidio, la culpa, el consumo de sustancias pero también la resiliencia, están presentes.

LO QUE NO SE FINGE

¿Es posible que un sujeto abusado en la niñez recree con detalles y públicamente, sin titubeos, los episodios de abuso de los que fue víctima?

Al respecto, Ana Gabriela Díaz, psicóloga infantil, destaca que cuando un niño es abusado sexualmente, su mente puede reprimir el hecho o distorsionar la realidad, como un mecanismo de protección y defensa para seguir adelante con su vida como si ese evento no hubiera sucedido o como si se hubiera olvidado.

Este mecanismo busca evitar y soportar el dolor del trauma; sin embargo, ‘el recuerdo está ahí latente en el inconsciente y puede llegar a hacerse consciente y salir años después', menciona.

La especialista afirma que ‘por ello, muchas veces no se le cree a las personas abusadas cuando revelan un suceso tantos años después; pero la verdad es que procesarlo, aceptarlo y expresarlo abierta y conscientemente toma tiempo, incluso años'.

Luis Ramírez, también psicólogo clínico, detalla que la manipulación del abusador sexual se basa en la creación de un chantaje emocional hacia el niño.

‘Para un niño, los episodios de abuso sexual pueden significar amor o aprecio', refiere. ‘Lo que a nosotros nos puede parecer una locura, para el niño, con menor experiencia y conocimiento, se trata de afecto, demostraciones, regalos; hay un entendimiento diferente del evento'.

‘La manipulación en términos científicos es introducir una variable para provocar una respuesta deseada', enuncia. En el caso de quien comete abuso sexual infantil, ‘lo que busca es generar empatía y afinidad con el niño'.

Explica que los cambios de humor, los pensamientos suicidas, el aislamiento y la irritabilidad son indicadores de que algo anda mal con el infante.

El psicólogo cita que aunque no existe un criterio único sobre las repercusiones del abuso sexual infantil, en todos los casos hay signos de ansiedad, depresión, trastornos de la personalidad, sentimientos de desvalía, deseos de menoscabar la propia existencia y el futuro, se reduce el manejo del estrés y hay problemas en la sexualidad durante la vida adulta.

‘Lo que a nosotros nos puede parecer una locura, para el niño, con menor experiencia y conocimiento, se trata de afecto, demostraciones, regalos; hay un entendimiento diferente del evento',

LUIS RAMÍREZ,

PSICÓLOGO CLÍNICO

Para Dimas Villarreal, psicólogo clínico con especialidad en niños y adolescentes, el presunto abusador resultó ser alguien grande y admirado, que logró envolver a los infantes llenándolos de atenciones. Durante los episodios de contacto sexual, ‘los niños accedían para complacer y hacer sentir bien a su abusador, en este caso, Jackson', según describe el documental.

‘El manipulador emplea como estrategia la separación de las víctimas de sus familiares y así pasa con todas las manipulaciones que involucran abuso infantil', subraya.

‘Los pedófilos siempre buscan ambientes que tengan que ver con niños para identificar cuáles son los vulnerables, atrapándolos y llevándolos a su juego', enfatiza.

De acuerdo con el documental, ‘Jackson se acerca poco a poco a los abusados y los calla con amenazas; los hace sentir grandes, pero con el precio del silencio y sacándolos de la dinámica familiar', detalla.

‘El niño crea una relación de admiración porque no sabe que es un abuso; piensa que es un jugueteo y que hay que guardar el secreto', describe. Villarreal precisa que más que evaluar cuánto demoraron Robson y Safechuck en hacer públicas sus denuncias, debe considerarse el valor que tuvieron.

Ante la transmisión del documental, la familia Jackson demandó a HBO por incumplimiento de contrato, luego de que en 1992 se firmara un acuerdo en el cual la productora se comprometía a no denigrar la imagen del artista.