Maureen Warner: 'Debemos admitir que hay un cáncer dentro de la educación'

Actualizado
  • 29/10/2019 00:00
Creado
  • 29/10/2019 00:00
Para la consultora en Educación y Liderazgo, el sistema educativo está en crisis y representa un desafío nacional. Romper con la mirada pasiva de los sectores involucrados sería un primer paso para la transformación

Maureen Warner cree en la fuerza de la educación como elemento único de transformación en una sociedad. Con un doctorado en Educación y Liderazgo, ha emprendido un proyecto de entrenamiento en el Colegio La Salle para marcar las líneas del aprendizaje metacognitivo. Warner, quien trabaja para Putnam County Charter Schools Systems y es coach de la Universidad de Cambridge, confiesa que “un pueblo ignorante es un pueblo dominado que vende sus votos más fácilmente” y ve con preocupación que en la actualidad haya una pérdida importante de talentos por el empleo de los viejos esquemas de enseñanza. “Aunque tenemos 87 billones de neuronas”, la “automatización” se ha convertido es uno de los mayores enemigos del análisis crítico. Una panameña que camina constantemente entre los Estados Unidos y su tierra —aunque emigró antes de la invasión de EEUU—, con el propósito de transmutar la realidad de la educación en el Istmo, reflejo de que el sistema “está en crisis, es un desafío y también una vergüenza nacional”.

¿Hemos dejado de cultivar el pensamiento crítico a través de la educación?

No sé cuándo inició ni cuándo terminó. Pienso que nunca se nos dejó pensar y que utilizábamos palabras prestadas; la educación era muy robótica y mecanizada y tuve que vérmelas verdes para aprender a crear, redactar y escribir por mí misma, no con palabras de otros. No nos hemos acostumbrado a escribir y expresarnos.

Entonces no se cultiva el criterio analítico en las aulas...

No, lo que vemos son mecanismos de memorización. Es más, cuando memorizamos, olvidamos una palabra y se va toda la información. No es justo para el estudiante de hoy día que no sepa cómo hablar, cómo usar la retórica de tal manera que pueda convencer a un público, que pueda expresarse en una entrevista y describir sus pensamientos. Al reflexionar, debemos admitir que hay un cáncer dentro de la educación.

¿Qué lugar debe ocupar la metacognición en el proceso de enseñanza y qué tanto garantiza la perdurabilidad del conocimiento?

El conocimiento es importante, se trata de la memoria y todos necesitamos una base de datos. Si le permitimos a un estudiante escuchar CNN y Fox News estarán en la capacidad de hacer contraste y sacar sus propias conjeturas, formar sus propias hipótesis sobre problemas sociales, socioeconómicos, de la vida real. El caso es que las materias se han alejado de la vida real y están perdiendo a los estudiantes porque nadie quiere saber o estudiar cosas que no le servirán en la vida. Por el contrario, vemos ejemplos como el de La Salle, que está implementando la estrategia de la metacognición, que no es un concepto nuevo pero que tampoco ha pasado de moda; si quieres seres pensantes, busca que los estudiantes puedan reflexionar, analizar y aplicar.

¿Cómo hacemos la estrategia 'per se' digerible para nuestros lectores?

Hay muchísimos estudios al respecto y es fácil de entenderlo porque lo vivimos todos los días. Por ejemplo: estás en el tráfico a las cinco de la tarde y quieres morir... (risas) lo primero en lo que pensarás es en cómo llegarás a casa; esa es la parte metacognitiva, que consiste en el proceso de aprendizaje y finalmente encontrarás atajos que se grabarán en tu cerebro. La metacognición es estar al tanto y conscientes de lo que estamos haciendo; al perder esta consciencia estamos fuera de ella.

¿Qué tanto desaprovechamos cerebros y talentos con los viejos esquemas de aprendizaje?

Lo que perdemos es un mundo. Esta mañana le decía a los maestros de La Salle que el cerebro es un músculo y, lamentablemente, lo usamos muy poco. Tenemos 87 billones de neuronas en el cerebro, pero hay una falta de ejercicio en el cerebro porque vivimos en un mundo tan automatizado... todo lo buscamos en Google y no tenemos la necesidad de pensar, es una triste realidad. Cada neurona puede hacer 10,000 conexiones y, si se usaran, los niños aprendieran, recordaran y analizaran más para inferir y dar sus propias opiniones con seguridad, pero no lo hacen porque se les dan palabras prestadas.

¿Cómo revertir este escenario?

La Salle es un ejemplo impresionante, porque han tenido la determinación de decir: hagamos las cosas diferente. No creen en los imposibles y es una institución proactiva, a tal punto de que al obtener su certificación de alta calidad educativa deciden y toman consciencia de que produciremos seres pensantes a un nivel más alto. No solo personas que pueden recordar, sino también evaluar, analizar y crear. La Salle es el ejemplo de una planificación correcta basada en los documentos del Ministerio de Educación (Meduca). En Panamá no se evalúa ni certifica a los idóneos. Tenemos un sistema educativo que está en crisis, es un desafío y también una vergüenza nacional, y lo digo sin vaselina.

¿Qué tanto podríamos combatir la plaga de la corrupción replanteando una ciudadanía más activa y pensante?

El problema educativo no es solo de los educadores y del Ministerio, es de los padres de familia, la empresa privada, todos somos dueños de la locura que está sucediendo y estamos hasta el cuello. Se tiene que hacer un estudio de necesidades por sector. Tomar, por ejemplo, a los niños que han desertado, invitarlos a que sean parte de la base de datos, explorar qué les hizo abandonar el colegio. Vamos a tener que hacer escuelas para adultos que van a necesitar otros conocimientos; hay una falta de aprendizaje que se tiene que atacar y una tasa de desempleo enorme. Tenemos que reinventarnos y no quedarnos inmóviles como sociedad. Necesitamos escuelas que le den las herramientas a estos jóvenes con algún tipo de oficio, como plomería, por ejemplo.

Hay responsabilidad ciudadana, pero también ausencia de voluntad política...

Coincido plenamente. Un pueblo ignorante es un pueblo dominado que vende sus votos más fácilmente. Hay mucha gente sin conocimiento que solo vota porque recibió un pedazo de jamón o una bolsa de arroz; allí hay falta de ética de los políticos, pero también es una falta de respeto de los docentes tirarse a las calles y cerrar las escuelas. La Constitución lo dice, la educación es un derecho. No sabemos qué tanto hará el gobierno actual; elaboré el informe 'El reto de la educación en Panamá' antes de que (Laurentino) Cortizo asumiera la presidencia; lo que está allí escrito no es sorpresa. No sé si lo leyó o si lo leyó la primera dama. Lo que te puedo decir es que le envié uno a la ministra de Educación recientemente con una de sus asesoras; allí están las soluciones para algunos de los problemas que enfrentamos hoy día, además de recomendaciones que se tienen que considerar.

¿Qué tan dramático fue el resultado planteado en su informe?

No es más que la triste realidad de Panamá. Tiene que establecerse un mecanismo de certificación para los maestros. Cada uno debe pasar un examen que valide su preparación. ¿Cuál es el miedo? ¿Por qué se tiran a las calles si los quieren evaluar? Yo preferiría ser de un solo turno, pero ponerme los pantalones bien puestos para solucionar este problema.

Este tema parece diluirse quinquenio tras quinquenio en promesas de campaña...

Claro, es una manera muy buena de comprar votos, con promesas vacías.

¿Qué hay del rol de los medios?

Sin ustedes estamos perdidos. Son los héroes. Sin embargo, me preocupa el hecho de que algunos reseñen cosas que no tienen importancia; si hay un accidente, le dan protagonismo a los cuerpos de las víctimas... ¿por qué no denuncian los abusos de los cuerpos educativos?

¿Cómo nace esta visión suya de hacer las cosas de una manera diferente?

Yo aprendía de una manera distinta. Tengo tres hijas que son completamente diferentes, lo mismo sucede con mis hermanas. Mi abuela y mi madre eran educadoras y me tocó esta pasión. Es una pasión muy grande, quizás lo más bonito es encontrar en el rostro de los estudiantes lo humano y la reflexión.

¿Cómo sueña Maureen Warner a Panamá?

Sueño con un sistema educacional que toque a generaciones y que esté hecho en base a investigaciones de ciencia y tecnología. Se tiene que revisar en el Meduca todas las promesas falsas que han hecho y que deberían cumplir. La educación y la medicina no pueden ser políticas, no se puede jugar con la salud y la educación de nadie.

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