Los manglares, bosques benéficos

Actualizado
  • 18/10/2012 02:00
Creado
  • 18/10/2012 02:00
PANAMÁ. Los bosques salados, que son mejor conocidos como manglares son infraestructuras verdes, que además, de formar hermosos países v...

PANAMÁ. Los bosques salados, que son mejor conocidos como manglares son infraestructuras verdes, que además, de formar hermosos países verdes que pareciera que se derramaran sobre las aguas cuando las mareas los golpea, ofrecen un sin número de beneficios a los ciudadanos que habitan en zonas aledañas a las costas.

Rosabel Miró, directora ejecutiva de la Sociedad Audubon de Panamá, una organización que se dedica a la conservación de las aves y sus hábitats, explicó que los bosques de mangles son una barrera contra los fuertes vientos que proceden del mar que con el cambio climático serán más fuertes y frecuentes. Las brisas descargan su furia contra los árboles evitando que lleguen con más fuerzas a las viviendas y hasta a las personas.

Son también una barrera contra los fuertes oleajes. El impacto de estos recae sobre ellos. Donde hay construcciones, en lugar de manglares, las olas las golpean y hasta pueden llegar a destruirlas.

Además, ayudan a evitar las inundaciones. Ellos absorben en sus raíces las aguas que llegan de los ríos y de los mares. Ellos, además, ayudan a conservar la biodiversidad y a retener nutrientes en los suelos, ya que evitan la erosión que produce la llegada de las aguas marinas.

CONSECUENCIAS

Si en la bahía de Panamá se destruyera la barrera de manglares que existe la consecuencias serían nefastas, explicó Arturo Dominici, biólogo de la Convención Ramsar, una organización que se dedica a la conservación de los humedales. Se perdería tierra al mar producto de la erosión que produce las llegada de sus aguas.

La pesca también se vería afectada. La extracción de especies comerciales, como corvina, pargo y camarón, entre otros, se reduciría. Los consumidores y los pescadores se verían afectados, explicó Alida Spadafora, directora ejecutiva de la Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza (ANCON). En caso de tsunamis el riesgo es grande. Si no hay estructura natural de mangle nada podrá frenar la fuerza del agua de mar que ingresa.

Los mangles además, ayudan a regular el clima. Cuando los huracanes llegan a las costas, enfrían las corrientes de aire.

Las inversiones grandes y pequeñas cercanas a las costas también podrían sufrir pérdidas si se destruyen los manglares del humedal bahía de Panamá, que es de más de 85 mil hectáreas, explicó Miró. Las vidas de más de medio millón de personas podría estar en riesgo por las inundaciones que provocaría la destrucción esta estructura natural, detalló Dominici. Una coincidencia de fuertes lluvias con mareas altas puede ser muy grave. Y si a esto se suman construcciones en áreas de mangles, las inundaciones serán muy severas. Según Dominici, Panamá no tiene la capacidad para construir una infraestructura para soportar el impacto de olas de más de seis metros de altura. Y hasta el Aeropuerto Internacional de Tocumen podría desaparecer bajo las aguas si se continúa destruyendo los bosques, según el pronóstico de los especialistas.

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