Punta Chame, tierra de la tortuga marina lora

Actualizado
  • 18/09/2016 02:00
Creado
  • 18/09/2016 02:00
En solo dos años, se han liberado 11,000 neonatos nacidos en los viveros del proyecto ‘Conservación de Tortugas'

Escondido en el centro del Pacífico de Panamá se encuentra Punta Chame, una península estrecha y larga con océano en ambos lados y con playas tropicales de arena blanca sin fin, que, además de ofrecer un paisaje bonito y un clima agradable para los bañistas, es perfecto para el desove de tortugas marinas, especialmente de la especie lora, aunque también se puede ver arribar otros quelonios como carey y verde, para poner sus huevos.

Punta Chame es un lugar paradisíaco y con una biodiversidad marina inigualable. En estas playas, ubicadas a 100 kilómetros de la Cuidad de Panamá y a dos horas por carretera, además de tortugas abundan camarones, ostras perlíferas y cangrejos, asimismo, peces como el atún, bonito, pez sierra, barracuda, pez vela, y hasta el merlín rayado y negro.

De las siete especies de tortugas marinas que existen en el mundo y de las cinco amenazadas que habitan en las aguas territoriales panameñas, la lora es una de las más pequeñas, según ha explicado a La Estrella de Panamá , el biólogo Marino Ábrego, del Ministerio de Ambiente.

AL RESCATE DE LAS TORTUGAS MARINAS

Pero para ayudar en su supervivencia, cada día son más las entidades y organismos voluntarios que se suman a la lucha para su conservación con sus iniciativas. Una de ellas es el proyecto de ‘Conservación de Tortugas', que Banistmo lleva a cabo desde el año 2014, con apoyo de su programa Banikids y la Fundación Tortuguías, y con el cual hasta la fecha han logrado liberar más 75 mil neonatos de lora, en las diferentes playas donde se desarrolla, aseguró la gerente de sostenibilidad del banco, Valeria Rosales.

En los dos años que lleva el programa, solo en Punta Chame se han liberado unos 11,000 neonatos de lora, con los 56 que se soltaron al mar este sábado 17 de septiembre. Este vivero tiene una capacidad para albergar unos 50 nidos de tortugas marinas. Como promedio, una hembra puede poner 100 huevos en cada nido. Allí, las tortuguitas demoran en nacer entre 45 y 55 días e inmediatamente son liberados al océano, aunque, según Rosales, con pocas probabilidades para sobrevivir y regresar a estas mismas playas cuando ya sean adultas, para poner sus huevos. Esto por las amenazas que las acechan en su vida en el mar y en la superficie terrestre.

‘La lora es una de las tortugas marinas más pequeñas de las siete que existen en el mundo y de las cinco amenazadas que habitan en los océanos panameños',

MARINO ÁBREGO

BIÓLOGO MARINO

En Panamá, además de la lora o golfina ( Lepidochelys olivacea ), también podemos encontrar las especies baula, laúd o canal ( Dermochelys coriacea ), cabezona o caguama ( Carreta caretta ), blanca, verde o negra( Chelonia mydas ) y carey ( Eretmochelys imbricata ). Todas en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, (UICN) y en el Apéndice I de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).

Las tortugas marinas actualmente se encuentran en peligro de extinción por diversos factores como: la caza furtiva, a manos de pescadores piratas que matan 35 mil ejemplares cada año; la pesca accidental; la colección de huevos para el consumo, que no para, pues muchos los consideran una comida afrodisíaca; la modificación de las costas; y la contaminación del mar, especialmente por bolsas de plástico, que las tortugas ingieren porque las confunden con medusas, que son parte de la dieta alimentaria.

La basura marina puede matar por asfixia a los quelonios o causar deformidades en su anatomía, como la tortuga boba rescatada en el mar de Gran Canaria, con las dos aletas amputadas.

Cada año, unas 6,4 millones de toneladas de basura acaba en los océanos, según datos del PNUMA (Programa de Medio Ambiente de Naciones Unidas). Y se estima que aproximadamente 50 mil tortugas marinas mueren por comer basura marina.

La ONU define como ‘basura marina' cualquier material sólido persistente, manufacturado o procesado que ha sido descartado, vertido o eliminado en el medio ambiente marino o costero.

‘De mil que se liberan solo una sobrevive y regresa al lugar donde nació, los porcentajes de sobrevivencia en el mar para las tortugas son muy bajos, por eso tenemos que ayudar en su conservación. Y eso es lo que estamos haciendo en estos viveros', señaló Rosales, mientras se disponía a soltar y a dirigir al mar los 56 neonatos que nacieron en Chame, aunque también se han soltado otros en Cambutal y en Morrillo.

El proyecto de ‘Conservación de Tortugas' forma parte de la responsabilidad social y ambiental de Banistmo, y busca fomentar la educación ambiental y la conservación de tortugas marinas.

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