Experto agrícola chino advierte sobre riesgo de plaga de langostas del desierto

Un experto chino aseguró hoy lunes que es extremadamente improbable que la langosta del desierto migre directamente a las zonas interiores de China, pero que en caso de que persista esta plaga en el extranjero, la probabilidad de que el insecto ingrese a China en el próximo verano aumentará de forma drástica.

La zona fronteriza entre la región autónoma del Tíbet en el suroeste de China, y áreas de Pakistán, India y Nepal es una zona desértica donde se propaga esta plaga, dijo Zhang Zehua, investigador del Instituto de Protección Fitosanitaria de la Academia de Ciencias Agrícolas de China.

Aún así, debido a las limitaciones del medio ambiente, el clima y la alimentación, la langosta del desierto representa poca amenaza para la producción agrícola en China, y es extremadamente improbable que migre directamente a sus zonas interiores debido al bloqueo generado por la meseta Qinghai-Tíbet, dijo Zhang.

Hay más de 1.000 tipos de langostas en China, incluidos más de 50 que pueden causar desastres, lo que representa una seria amenaza para la producción de granos y pastizales, agregó el experto.

China ha creado un sólido mecanismo para la prevención y el control de la plaga de la langosta y ha establecido un sistema nacional de monitoreo y alerta temprana de cuatro niveles, así como un sistema tecnológico respetuoso con el medioambiente y sostenible para el control y la prevención de este tipo de plaga, sostuvo Zhang.

A su vez, el investigador sugirió que el gobierno debe coordinar operaciones de prevención en varias provincias y regiones, llevar a cabo un monitoreo en tiempo real y preparar suficientes equipos de aplicación de productos farmacéuticos y pesticidas, en tanto que también debe impulsar la cooperación global para compartir información y métodos destinados a combatir las langostas.

La plaga de la langosta del desierto se considera una de las plagas migratorias más destructivas. Esos insectos pueden volar hasta 150 km al día con la ayuda del viento y sobrevivir durante unos tres meses.