El entendimiento de la contaminación ambiental es clave para alcanzar los ODS

Actualizado
  • 02/07/2021 00:00
Creado
  • 02/07/2021 00:00
Las consecuencias de la contaminación ambiental suelen mitigarse con la planificación y ejecución de planes de mejoramiento ambiental; sin embargo, esta es una de las causas más frecuentes de los desplazamientos forzosos a los que se ven obligadas las personas
Cuando los desechos, refiriéndonos a la basura acumulada, son arrastrados por el viento o por el agua y contaminan la tierra o los ríos de las grandes ciudades, estamos identificando la contaminación por “basura”.

Como resultado del tercer período de sesiones de la Asamblea de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), celebrado en 2017, se aprobó, a solicitud de los ministros de ambiente de los Estados miembros, la elaboración del plan de ejecución 'Un planeta sin contaminación'.

Este plan indica que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó al año 2012 que el 23% de las muertes que se producen en el mundo, es decir 12,6 millones de personas, son consecuencia de los riesgos ambientales provenientes de la contaminación.

Además, el plan 'Un planeta sin contaminación' enfatiza que los países de ingresos bajos y medianos son los más afectados por las enfermedades relacionadas con la contaminación, causando mayor impacto en los niños, las mujeres y los colectivos más vulnerables, como las poblaciones de pueblos nativos, impactos que representan el 2% del producto interno bruto y hasta el 7% del gasto sanitario anual de estos países.

¿Qué es la contaminación ambiental?
La degradación ambiental impide el progreso de los Objetivos de Desarrollo Sostenible hacia la erradicación de la pobreza y el hambre, la reducción de las desigualdades y la promoción del crecimiento económico sostenible.

La plataforma del Ayuntamiento de Huelva, en España, lineaverdehuelva.com, denomina la contaminación ambiental como la presencia de componentes nocivos en el medio ambiente que supongan un perjuicio para los seres vivos que lo habitan, incluyendo a los seres humanos.

Los componentes nocivos pueden ser de origen químico, físico o biológico y afectan a los seres vivos o ecosistemas porque cambian las características naturales de su hábitat.

Según la Agencia de las Naciones Unidas para los refugiados (Acnur), hay varios tipos de contaminación dentro de los que se destacan la contaminación del aire, agua, tierra, desechos, térmica, acústica y lumínica.

La contaminación del aire se debe a la existencia de partículas perjudiciales en el aire, ya sean sólidas, líquidas o gaseosas, y que afectan a los seres vivos, siendo el monóxido de carbono el más común de encontrar.

Un ejemplo de los problemas asociados a la contaminación ambiental es la crisis del síndrome respiratorio agudo severo SARS-CoV-2 que, según la ONU, ha mostrado cómo la salud de las personas y la naturaleza están entrelazadas.

En el caso de la contaminación del agua, esta se produce por plásticos o vertidos de aguas residuales en la red hídrica, es decir, ríos, lagos y mares.

Cuando se producen vertidos de productos químicos que se filtran por la tierra y la contaminan, como por ejemplo derrames de petróleo, metales pesados, herbicidas y/o plaguicidas, nos referimos a la contaminación de la tierra.

Cuando los desechos (refiriéndonos a la basura acumulada) son arrastrados por el viento o por el agua y estos contaminan la tierra o los ríos de las grandes ciudades, estamos identificando la contaminación por “basura”.

La contaminación térmica, acústica y lumínica son contaminaciones que se producen en las ciudades. En el caso de la primera, por ejemplo, podemos referirnos al aumento de la temperatura del agua de los océanos debido al efecto invernadero. En el caso de la segunda, podemos decir que se debe al ruido de los vehículos, de las obras, de los motores, de los aviones e incluso de los transeúntes, y en el caso de la tercera, podemos decir que ocurre cuando las luces de los edificios, de los vehículos o de las lámparas impiden ver las estrellas.

Consecuencias para el ambiente y los seres humanos

Las consecuencias de la contaminación ambiental se asocian a incomodidad o a quejas que suelen mitigarse con la planificación y/o ejecución de planes de mejoramiento ambiental; sin embargo, esta sigue siendo una de las causas más frecuentes de los desplazamientos forzosos a los que se ven obligadas las personas.

Un ejemplo de contaminación ambiental forzada es cuando los habitantes de las zonas rurales dejan sus hogares por falta de oportunidades y por la carencia de entornos saludables cuya sostenibilidad ambiental ha sido afectada por la sequía de los suelos, la contaminación causada por actividad minera, la escasez de recursos, la acción industrial desmedida, el calentamiento global y los desastres naturales, como las inundaciones.

Según la Acnur, los desplazamientos por motivos ambientales suponen un reto añadido, ya que intensifican la crisis humanitaria provocada por los conflictos armados en el mundo.

La degradación ambiental impide el progreso de los Objetivos de Desarrollo Sostenible hacia la erradicación de la pobreza y el hambre, la reducción de las desigualdades y la promoción del crecimiento económico sostenible.

Acciones globales

El Pnuma publicó en febrero de 2021 su informe 'Hacer las paces con la naturaleza: un plan científico para abordar la triple emergencia del clima, la biodiversidad y la contaminación'.

Este plan se basa en datos obtenidos mediante evaluaciones ambientales mundiales y sintetiza por primera vez cómo el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación pueden abordarse de manera conjunta en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

El informe muestra cómo estos tres elementos ambientales interactúan y tienen causas comunes y, por lo tanto, solo pueden abordarse de manera efectiva en conjunto.

Adicionalmente, en 'Hacer las paces con la naturaleza: un plan científico para abordar la triple emergencia del clima, la biodiversidad y la contaminación', el Pnuma plantea que los subsidios a los combustibles fósiles, al igual que los precios que no toman en cuenta los costos ambientales, están impulsando la producción y el consumo basados en el uso indiscriminado de energía y recursos naturales.

Este informe señala que, al sintetizar los hallazgos científicos de las evaluaciones ambientales globales, ha sido posible determinar el “estado actual de los problemas más urgentes del mundo y las oportunidades para resolverlos”.

Un ejemplo de los problemas asociados a la contaminación ambiental es la crisis del síndrome respiratorio agudo severo SARS-CoV-2 que, según la ONU, ha mostrado cómo la salud de las personas y la naturaleza están entrelazadas, lo que pone en evidencia el deterioro ambiental en todas sus formas y sustenta la importancia de promover varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular el alivio de la pobreza, la seguridad alimentaria e hídrica, y la buena salud para todos para disminuir la crisis de la covid-19 que ha estropeado el equilibrio internacional.

Desafíos

La crisis de la pandemia ha subrayado la necesidad de un cambio radical en la forma en que vemos y valoramos la naturaleza; por ello es imprescindible que reflexionemos como habitantes del planeta sobre qué elecciones personales nos permitirán una transformación rápida y duradera hacia la sostenibilidad, así lo ha explicado la directora ejecutiva del Pnuma, Inger Andersen.

En este sentido, y para lograr planes de recuperación verde para que las economías afectadas por la pandemia aceleren la transformación, la Organización de las Naciones Unidas nos exhorta a disminuir la contaminación ambiental al preguntarnos:

¿Qué puedes hacer para frenar los distintos tipos de contaminación?

Su respuesta es que “cualquiera de nosotros puede hacer mucho por el medio ambiente; solo es necesario un cambio de hábitos y ser conscientes de cómo nuestros actos influyen en la naturaleza”.

Para ello la ONU señala este listado de acciones para descontaminar el planeta:

Utilizar el transporte público en lugar del coche para desplazarnos.

Disponer los residuos en el contenedor adecuado.

Ahorrar agua al ducharnos.

Utilizar bolsas reciclables.

Apagar las luces en casa y los aparatos eléctricos cuando no se estén utilizando.

Reciclar muebles y otros elementos para darles una segunda vida (economía circular).

Comprar productos ecológicos que provengan de cultivos sostenibles.

Utilizar papel reciclado.

Evitar fugas de calor y de frío, programando el aire acondicionado para reducir el consumo.

Utilizar bombillas de bajo consumo.

La autora es investigadora científica en recursos hídricos e ingeniera civil. También es doctora en ingeniería agrícola con mención en recursos hídricos en la agricultura (Chile).

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