El poder transformador de los errores

Me parece que nuestra sociedad subestima el poder transformador de los errores. Vivimos y sufrimos de un ‘exitismo' crónico olvidando que detrás de cada éxito, hay por lo menos una buena cantidad de fracasos que lo hicieron posible.

El mundo empresarial tiene aversión al riesgo, las personas desean que les des un proyecto en el cual invierten muy poco y ganen mucho, pero no se corra ‘el más mínimo riesgo'.

La fórmula de este tipo de cosas es simple: a más riesgo, más posibilidades hay de ganar.

Por ejemplo, el modelo de negocio más usado en la economía panameña es la de la representación comercial y va mas o menos así, usted se consigue el dato de algo que alguien necesita comprar (madera, muebles, vasitos de plástico, etc) y cierra con esa persona un precio de venta.

Luego, se consigue una fábrica de eso que se necesita y le pide un precio y si puede conseguir la representación exclusiva de ese producto para Panamá o para la región, lo que sigue es manejar la logística con mucho cuidado y jugar con los avances que le hace a usted el cliente y el tiempo que le dé el fabricante para que usted le pague.

Este modelo le ha funcionado a Panamá durante más de un siglo y es muy probable que siempre haya campo para éste, la cosa es que quien tenga más capital y capacidad de endeudamiento tiene siempre la ventaja.

Si usted desea entrar al ecosistema empresarial y es un jugador nuevo, la única opción que tiene es innovar, buscar nuevos modelos para generar valor, así que le toca aprender a fallar con estilo.

Todo el mundo habla hoy de los grandes éxitos de Google o de Facebook, pero nadie se fija en la cantidad de problemas y contratiempos que estas compañías tuvieron que superar para poder crear ese éxito.

Uno de los problemas que más seguido puedo ver en los emprendedores que llegan a nuestra incubadora de empresas en CoworkingPTY, es el miedo a ser ridiculizados, el miedo a fallar y que la familia, amigos o la sociedad en general se burle de su intento.

La mejor forma de no fallar nunca es no hacer nada, yo creo que hay que aprender a usar los errores como herramientas y aprender a documentarlos para que se conviertan en verdadera experiencia.

Yo he fallado muchas veces y es por eso que me atrevo a dar opiniones sobre ciertos temas. Veo con mucha sospecha cuando un mentor o asesor me habla sobre la mejor forma para emprender una idea de negocios, pero cuando le preguntó sobre sus emprendimientos, descubro que nunca ha acometido la experiencias de crearlos.

De los errores se aprende más que de los éxitos, ser capaz de controlar el ego y entender lo que uno hizo mal, es un verdadero ejercicio de sabiduría y un aprendizaje más efectivo que un postgrado.