La comunicación digital no es mala ni buena

Seguramente si usted se fija alrededor suyo donde quiera que se encuentre leyendo esta nota, verá gente mirando la pantalla del celular mientras se ríe y digita algo con los pulgares, incluso es posible que sea usted quien lo está haciendo (pues está leyendo esta nota en su móvil).

Vivimos un momento de ‘hiperconectividad' que si bien nos ha liberado de las oficinas físicas, puede terminar atándonos a las pantallas de nuestros dispositivos.

Ya en varios países se ofrece terapia para los ‘adictos a la internet' que yo llamaría más ‘adictos a la conectividad'. Conozco personas que no pueden comerse un helado sin tener que ponerlo en Instagram o pensar alguna frase sin tener que enviarla por Twitter.

El asunto complicado ocurre cuando se cruza la línea de ‘querer' estar conectado a ‘tener' que estar conectado.

Yo mismo paso mucho tiempo pendiente del mundo digital, trabajo con él, razón por la cual tengo que estar en permanentemente conectado, pero habiendo tenido la experiencia de conocer personas realmente adictas, estoy seguro que aún me encuentro ‘a salvo'.

Hay que comenzar a sospechar que existe algún problema cuando por ejemplo, se prefiere vivir en ‘la virtualidad' que experimentar el mundo en ‘vivo'. Conozco muchachos cuyos amigos son ‘nicknames' de videojuego y que solo se hablan y comunican cuando están ‘en línea', y si bien es cierto que la virtualidad es otro lugar donde podemos interactuar, no es sano que sea ‘el único lugar' donde lo hagamos.

La cosa no es solo cuestión de ‘muchachos', yo veo también como en los ambientes laborales se ha perdido la capacidad de generar relaciones de valor ‘cara a cara'. Si bien es cómodo usar los medios electrónicos para comunicarse, no debemos olvidar que los seres humanos necesitamos contacto y que la comunicación tiene muchos componentes que son no verbales y que ocurren cuando estamos en frente de los demás.

Las relaciones personales también han cambiado mucho y aunque es cierto que el hecho de poder compartir fotos, música y mensajes con nuestra pareja, facilita el poder estar conectados en este mundo tan acelerado, es muy importante apagar el chat de vez en cuando y mirarse a los ojos para conversar.

La comunicación digital no es mala ni buena, como todo poder depende de cómo se use y con qué objetivos.

Trabajamos para llenar de humanidad a la virtualidad. Cada medio de comunicación que la humanidad ha creado, ha implicado un código de ética para usarlo de la mejor manera.

Es importante que tengamos esto en mente a la hora de implementar nuestros códigos, tanto a nivel personal como empresarial, incluso los gobierno ya crean políticas de ‘gobernanza' sobre estos temas, y no es para menos, pues cada vez estamos pasando más tiempo en la ‘virtualidad', es muy importante estar seguros que no nos vamos a perder.