Los pies en la tierra

Actualizado
  • 08/11/2012 01:00
Creado
  • 08/11/2012 01:00
Serán meses de terror, de valentía, de dientes apretados. Monstruos experimentados querrán pisar nuestras cabezas, habrá visitas en el p...

Serán meses de terror, de valentía, de dientes apretados. Monstruos experimentados querrán pisar nuestras cabezas, habrá visitas en el patio de los gigantes más mentados y se deberá seguir, pegar y aguantar y seguir.

Empieza lo más dífícil y habrá que plantarse y sostenerse para ver si al final del camino podemos lograr lo que nunca se ha logrado.

Porque a pesar del furor nacional por la marea roja, lo cierto es que si seguimos la estricta lógica, la matemática más rígida, deberíamos concluir que el sueño de Brasil 2014 es un sueño imposible.

La estadística no miente y nos muestra como la cenicienta del Hexagonal.

Seamos claros: nunca estuvimos ni cerca de ir a un mundial.

Lo más cerca que estuvimos de la Copa del Mundo es ahora mismo, que España, el campeón, la trae a suelo istmeño de visita.

Por eso este proceso que empieza hoy, de cero, con rivales definidos -ver noticia- hay que iniciarlo con los pies en la tierra. Le hablo a la fanaticada y a la prensa especializada.

Con los pies en la tierra. Creyendo que podemos, porque podemos. Pero sin delirios de grandeza.

La suerte de Panamá se definirá en los momentos de alta tensión.

Sólo los equipos que saben superar las adversidades logran los objetivos. Tenemos una fe ciega en los jugadores y en el cuerpo técnico pero debemos saber nosotros primero que estamos jugando en una liga que siempre nos ha visto por encima del hombro.

A lo largo de la historia daban por descontada la victoria cuando enfrentaban a Panamá. Presiento que muchos fanáticos en los países de la región deben seguir pensando igual.

Que en el fondo es una cuestión de historia, de respeto, de ver quién es quién cuándo las papas queman. Y en ese terreno estamos en deuda.

Pero no hay que asustarse: la historia existe para cambiarla. Y en eso estamos.

Los Hondureños aprendieron que ya no es un vacilón jugar contra Panamá. La Marea roja casi los deja afuera del Hexagonal.

A Jamaica lo mismo, los dos amistos jugados este año se sellaron con resultados positivos -aunque la prensa local crítico el juego del equipo.

Costa Rica igual. Son los tres países con los que deberemos fajarnos en los próximos meses, más Estados Unidos y México, los grandes favoritos.

Tres países que sí saben lo que es jugar un mundial. Y que ahora también saben, que pueden perder con Panamá. Que no van sobrados.

Ese es el cambio de paradigma que debemos sostener. Hay que ir tranquilos, paso a paso. Aprendiendo a sacar los resultados adelante.

A jugar a otro ritmo que el de la fanaticada. Poco a poco llegará el momento de ir hablando de fútbol, de nombres, de posiciones, de planteos tácticos, de los rivales. Ahora es el momento de soñar, de empezar a juntar monedas de a dólar para ir ahorrando para el viaje a Brasil.

Es la hora de soñar, sí, porque podemos, porque nunca tuvimos un equipo tan robusto, tan parejo en todas sus líneas, con recambio, que no tiene miedo de defenderse, una fanaticada que agota las localidades en el Rommel y que está dispuesta a viajar.

Es la hora de soñar, sí, pero con los pies en la tierra.

ASESOR EDITORIAL

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