Colapso en las estructuras

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PANAMÁ. La influencia estadounidense puso en béisbol en territorio panameño desde principios de nuestra República. Hoy, se practica en todo el país.

Mi ahijado juega cada semana en el estadio Justino Salinas, pero aún no define si abrazará este deporte más en serio en el futuro.

El fútbol le roba la calma. Y aunque es un buen pelotero, tocar la esférica y anidarla en las redes le produce una sensación que no experimenta cuando golpea la blanquita con el aluminio, o cuando la recoge en la segunda base.

¿Cambio de actitud, o cambio de deporte? Al final, él es quien decidirá eso en un futuro a mediano plazo. Lo que sí preocupa es cómo se ha llevado la batuta de la pelota nativa, principalmente en la categoría mayor.

El sábado último, presidentes de ligas se trenzaron en una áspera discusión, con más ribetes políticos que deportivos.

Al final, se impuso aquello que ya había sido presentado como formato de competencia, y los peloteros de la discordia jugarán para sus respectivas provincias.

Entonces, ¿cuál era realmente el problema? Hay una respuesta, común entre los participantes del foro sobre el futuro del béisbol que organizó recientemente la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresas (APEDE): un deporte en plena crisis.

COLAPSO ESTRUCTURAL

La identificación de un problema en el béisbol nacional comienza desde las pequeñas ligas, donde el dirigente Plinio Castillo hace el primer balance.

‘La dirigencia del béisbol nacional ha sido inoperante en el mercadeo de este deporte. Y más aún, con el sistema actual, se acabará con la pelota en el país’, destacó.

A su juicio, ‘los presidentes de ligas imponen su criterio sobre lo que se hace, porque colocan sus intereses por encima del deporte. Existe una crisis de credibilidad tan grande, que está lastimando seriamente todo el béisbol’, sostiene Castillo.

Fernando Carrillo, quien es presidente de la liga provincial de Panamá Metro, confirmó que no aspirará a una reelección, a pesar de los buenos resultados que bajo su mandato ha tenido el béisbol capitalino.

‘El sistema de ligas provinciales ha colapsado’, reconoce Carrillo.

Al dejar una liga sana económicamente y con fortaleza en sus líneas de trabajo, el también diputado va más allá y asegura que la creación de clubes es la alternativa para que el béisbol subsista en Panamá.

‘En un sistema de clubes, el trabajo es mucho más completo. Es lo que ha funcionado en las Grandes Ligas y en países como Nicaragua, que con mucho menos recursos que nosotros, tiene béisbol profesional. Ellos entendieron la necesidad de cambiar la estructura, pero en Panamá parece que ese concepto no se entiende’, sostiene Carrillo.

Edwin Cabrera, quien presidió en un momento la liga metropolitana, piensa igual que Carrillo, en una migración del béisbol al sistema de clubes.

Lanza, sin embargo, una advertencia: ‘que la política de los partidos esté lejos de esas administraciones. No es malo ser político, lo malo es usar el deporte para hacer política, y eso es lo que sucede en Panamá’, destacó.

No todos están de acuerdo con la propuesta de crear clubes de béisbol. El veterano locutor y comentarista deportivo, René Rizcalla, discrepa totalmente de esta idea.

‘Hay que cambiar las leyes que rigen el deporte en general, y permitir que el béisbol se libere del secuestro a que está sometido. La estructura actual colapsó, pero convertir las ligas en clubes, a mi juicio, es más de lo mismo’, señaló.

¿HAY ALTERNATIVAS?

Todo depende de la voluntad que tenga la familia del béisbol de hacer un cambio radical en una estructura que funciona desde hace más de cinco décadas en nuestro país.

Y esa es la conclusión principal. La cuestión es cómo, de qué forma se puede operar esta catarsis en la pelota nacional.

Según lo visto y escuchado en el foro de APEDE, es una realidad la crisis del béisbol panameño.

El paso siguiente le corresponde a quienes están involucrados en este deporte: dirigentes, peloteros, periodistas, patrocinadores, empresarios y el Estado.

Espero que, cuando eso suceda, y si es que sucede, finalmente mi ahijado haya decidido jugar béisbol, y lo vea representando a Panamá Oeste, o mejor, jugando en las Grandes Ligas.

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