Manuel Rodríguez, un herrerano con una historia llena de béisbol

Actualizado
  • 28/11/2022 00:00
Creado
  • 28/11/2022 00:00
Lo que más le apasiona es enseñar y por ello desde hace 30 años, ha dirigido sus mejores esfuerzos a las categorías menores, el semillero de todas las disciplinas
Los Toros de Herrera fueron campeones de Probeis y de la Serie del Caribe en 2019, con Rodríguez como mánager.

El expelotero herrerano Manuel Rodríguez, padre, lo ganó todo durante sus 19 años en la pelota mayor e incluso, su vitrina está adornada con el primer título para Panamá de una Serie del Caribe en este siglo.

Sin embargo, lo que más le apasiona es enseñar y por ello desde hace treinta años, ha dirigido sus mejores esfuerzos a las categorías menores, el semillero de todas las disciplinas.

Efectivamente, fue campeón bate (1987), empujador (1988), de cuadrangulares y jugador más valioso (1991), además de ser el máximo jonronero en la historia de los nacionales, con 140 batazos de cuatro esquinas.

Unido a ello, tiene en el bolsillo seis títulos con la representación de Herrera en la categoría mayor, el primero cuando llegó como novato en 1982.

Complementa su andar en la pelota nacional, con dos títulos como mánager en el circuito profesional. El primero, en el torneo local de Probeis (2018-2019); y el segundo, en la Serie del Caribe de 2019, en ambas con los Toros de Herrera.

También ha dirigido en el béisbol juvenil y mayor, así como tomado las riendas de equipos menores en campeones internacionales, pero esos títulos aún no han llegado.

El plan es seguir instruyendo en las divisiones menores, pero no descarta estar nuevamente al frente de un equipo juvenil o mayor, por lo que siempre está listo para esa responsabilidad.

Esta es parte de la historia de este valioso personaje de nuestro deporte nacional.

Casi dos décadas

Rodríguez estuvo 19 años en el béisbol nacional (1982-2000), unos quince vistiendo la camiseta nacional en torneos regionales y tres campeonatos del mundo.

Durante ese tiempo, tuvo grandes satisfacciones, pero el mayor fue el haber llegado a campeón con Herrera en su primer año como novato.

“Llegar en tu año de novato a ganar el campeonato, me motivó a seguir buscando en ser el número uno en mi posición, que en ese momento tenía Isaías Pérez, en la receptoría”, señaló.

“Ese año de 1982 me dieron la oportunidad de subir al equipo mayor y aunque no jugaba todos los días por ser un pelotero nuevo, me sentí parte de ese triunfo”, abundó.

Es actualmente el mayor jonronero de los torneos nacionales, aunque en su carrera solo en una ocasión llegó a liderar ese departamento.

“Recuerdo que en esos tiempos nuestro equipo siempre llegaba a la final, y di muchos jonrones en series finales, pero ya no contaban para los premios individuales”, sostuvo.

Utilizó el bate de aluminio durante la mayor parte de su carrera, lo que les permitió a muchos peloteros y equipos un sinfín de marcas, aunque Manuel cree que el secreto siempre estará en la fuerza del jugador.

“Se decía que con el bate de aluminio la pelota corría más, pero jugué mi último año con el de madera y di ocho jonrones. De repente, si hubiera jugado antes con el de madera, no hubiera bateado la cantidad de jonrones que tuve”, reflexionó.

“Sin embargo, imagino igualmente que la fuerza estaba, así que no creo que eso hubiera afectado mi carrera como bateador de poder”, ahondó.

Rodríguez considera que fue un buen pelotero, pero su lista de los mejores la lideran el chiricano Rodolfo 'Candelilla' Aparicio y el santeño José 'Cheo' Solís, ambos con múltiples marcas individuales en la pelota nacional.

“Aparicio y 'Cheo' Solís fueron peloteros competidores, con una excelente calidad. En los primeros años vi mucho a (César) 'Copita' Castillo, que venía con ese arrastre de ser un pelotero con garra, que siempre defiende su camiseta”, señaló.

La última victoria

A Manuel jamás se le pasó pensar que el día que le ofrecieron dirigir a una nueva franquicia en la liga de Probeis, estaría escribiendo una histórica página en la pelota nacional.

Había pensado tomarse un año sabático ese 2018, luego de dirigir a Herrera el año anterior en la categoría mayor, cuando fue recomendado para dirigir un equipo nuevo en Probeis.

“Un empresario venezolano estaba interesado en tener un equipo en Herrera, con peloteros que en su mayoría fueran de esta área y con un mánager también de acá”, contó Rodríguez.

“El señor Reyes Casas, hoy presidente de la Liga de Herrera, les dijo que estaba libre, me citaron a una reunión en la capital y un poco más tarde, me dieron el equipo que ganaría el torneo”, indicó.

Los Toros de Herrera vencieron en enero de 2019 a las Águilas Metropolitanas, 2 carreras por 1, y se hicieron del pase a la entonces Serie Latinoamericana y luego, sorpresivamente, a la Serie del Caribe.

“Recuerdo que estábamos en la Serie Latinoamericana en México, cuando nos informaron que Panamá iba a ser sede de la Serie del Caribe y que los Toros, como campeones de ese año, eran los que íbamos”, precisó.

“Cuando llegamos a Panamá, cuatro o cinco días antes de la Serie, nos concentramos en buscar peloteros de otras ligas para reforzar nuestro equipo, porque la noticia nos había tomado por sorpresa”, destacó.

Para Rodríguez fue toda una experiencia convivir con los peloteros profesionales y estar en la Serie, porque se mostró mucha disciplina y compromiso.

“El profesionalismo de estos muchachos fue excelente, porque las cosas que se les decía era lo que se hacía y cada quien sabía qué tenía que hacer, lo que nos hizo más fácil el trabajo”, dijo.

“En la final, sabíamos que iba a ser difícil porque nos enfrentaríamos a Cuba, que ya había ganado una Serie del Caribe, pero el pitcheo se portó a la altura y ese batazo que dio Rodrigo Vigil en ese octavo inning fue el puntillazo”, apuntó.

Panamá ganó su segundo título en una Serie del Caribe, sesenta años después de que ganara el primero, siendo dirigido por primera vez por un panameño.

Categorías menores

Manuel Rodríguez está imbuido en las categorías menores desde los años 90, cuando inclusive llegó a tener una academia, porque su pasión es el de enseñar.

“El tema es que allí, tú vas a enseñar y eso me gusta. Es tratar de que los muchachos aprendan los fundamentos y los otros aspectos de la pelota”, explicó.

“En las otras categorías es más un trabajo en el terreno, que se hagan repeticiones, porque ya conocen la rutina, aunque algunos vienen de academias que solo tienen el nombre”, inquirió.

En su última participación como director, llevó al equipo sub-12 al mundial realizado en Taiwán, donde quedaron con marca de 3-3, pero no pudieron acceder a la segunda fase.

“La idea era clasificar y buscar una de las medallas, pero lamentablemente no se dieron las cosas y el equipo quedó eliminado”, apuntó.

Indicó que a las selecciones les hace falta fogueo internacional, que les permita a los peloteros poner en práctica lo aprendido y a manejar la presión, que normalmente se tiene en este tipo de competencia.

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