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- 26/04/2014 02:00
- 26/04/2014 02:00
Iván Nova regresó desconsolado a la caseta de los Yanquis de Nueva York, tras sentir que su codo derecho no estaba bien.
Un desgarro de ligamento puso fin a su temporada del 2014. Y una operación, ahora muy común, espera devolverle la salud de su arma de trabajo.
Frank Jobe murió el pasado mes. Este médico operó hace 40 años al lanzador izquierdo de los Yanquis de Nueva York, Tommy John, en una cirugía entonces sin precedentes en la medicina deportiva mundial.
Jobe reparó el brazo de John, quien lanzó 15 temporadas después de la cirugía.
El procedimiento quirúrgico fue bautizado como ‘cirugía de Tommy John’; y desde entonces, con una serie de nuevos procedimientos y adecuaciones, es una de las más populares para ‘arreglar’ los brazos dañados de los lanzadores.
La pregunta es, por qué cada vez más lanzadores requieren de esta cirugía.
El propio Tommy John tiene una tesis al respecto: ‘el brazo no se daña lanzando en Grandes Ligas; trae ya consigo una carga de las ligas menores, que sencillamente hace crisis. Es el exceso de uso en ese período lo que produce este desgaste y la necesidad de la cirugía’, apuntó.
¿Será así? Bueno, revisemos solo algunos nombres: Bobby Parnell, Patrick Corbin, Jarrod Parker, Luke Hochevar, Kris Medlen, Matt Moore, Brandon Beachy, John Johnson, y ahora, Iván Nova.
Si abonamos a la tesis de John, los términos en los que un lanzador llega a las Grandes Ligas se define en una palabra: competencia.
Y es lo que la enorme mayoría de los lanzadores tienen como el principal reto para llegar al máximo nivel, superar a cuanto rival se le interponga, en el buen sentido.
Todo este desgaste, la competencia, la tensión y las exigencias producen crisis, antes o después... es cuestión de tiempo.