Italia vs España, el plato fuerte en octavos de final

Actualizado
  • 24/06/2016 02:00
Creado
  • 24/06/2016 02:00
Todo el Estadio de Francia vio la mano del atacante menos el colegiado sueco Martin Hansson

La selección italiana, rival de España en los octavos de final de la Eurocopa 2016, es para los internacionales de la Roja mucho más que una buena defensa y esperan un duelo igualado en Saint Denis.

Desde que concluyó el encuentro con Croacia y la selección española encajó de forma sorprendente su primera derrota, los jugadores han ido asimilando el cruce de octavos ante Italia.

GERARD PIQUÉ

‘Italia es una gran selección, pero también está preocupados'

DEFENSA DE LA SELECCIÓN DE ESPAÑA

Todos están convencidos de que plasmando su verdadero nivel serán superiores, aunque advierten de los peligros del rival. "Italia es una grandísima selección que también está preocupada porque le hemos tocado nosotros.

Será un partido muy parejo, como siempre ha sido contra ellos, pero estoy convencido de que vamos a pasar a cuartos de final", manifestó.

‘Italia es muy Italia, y eso me preocupa', definió Gerard Piqué. Mientras que Andrés Iniesta destaca el gusto por el fútbol que aporta Antonio Conte a sus jugadores junto a las señas de identidad que siempre plasma la 'azzurra' en una fase final de un gran torneo.

‘Italia últimamente ha añadido bastante fútbol a su estilo. Les gusta tener el balón.

FRANCIA A LA GUERRA

En los últimos años Francia funciona a tirones, plana durante buena parte del año y con un fogonazo final que desata la euforia.

Contra Irlanda en octavos, los anfitriones esperan encontrar el partido que les lleve a elevar su nivel. Será el mismo rival que hizo a todo el país recuperar la sonrisa en 2009.

Entonces fue en la repesca para el Mundial del año siguiente y los irlandeses tenían contra las cuerdas a Francia, dominados en su estadio por un gol de Roy Keane.

La eliminatoria estaba empatada, porque Francia había marcado de rebote en Dublín y en la prórroga, Thierry Henry se llevó con descaro el balón con la mano y centró para que William Gallas marcara el gol que les llevaba a Sudáfrica.

Todo el Estadio de Francia vio la mano del atacante menos el colegiado sueco Martin Hansson.

Después, la FIFA reconoció que no todo es transparente en esa institución e Irlanda se llevó un cheque compensatorio de 4 millones de euros.

A Francia aquel partido le sirvió para recobrar aliento, aunque no para salvar su imagen que, con el tiempo, se vio como la de una selección descompuesta y con un técnico, Raymond Domenech, incapaz de mantener el orden.

Cuatro años después, ya con Didier Deschamps en el banquillo, Francia volvió a verse relegado a la repesca, esta vez contra Ucrania, que en Kiev se había impuesto por marcador de2-0.

Y la logró Francia, que se impuso por marcador de 3-0, un partido que, con frecuencia, Deschamps cita como la piedra fundacional de su grupo, el momento en el que una nueva generación de jugadores se creyó que podía conseguir cosas.

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