Luis Enrique y su política de rotaciones

El técnico del Barcelona, Luis Enrique Martínez, seguramente tiene la percepción de que la exitosa temporada pasada, resuelta con un doblete (Liga y Copa del Rey), aún pudo ser mejor si sus mejores jugadores hubieran llegado a la recta final de la campaña en plenitud física, algo que está dispuesto a solucionar en este curso.

Y así lo ha puesto en práctica. Le ha ayudado el exigente calendario del equipo en este mes de septiembre (siete partidos en 23 días), las convocatorias de las diferentes selecciones y, en algunos casos, también algunos problemas físicos.

Además el enorme fondo de armario con el que cuenta el Barça este temporada, puesto que podría contar con la plantilla más compensada de siempre, ayuda al entrenador a dosificar los minutos de sus jugadores y el último ejemplo se vio ayer en Butarque.

Ante la sorpresa general, Luis Enrique dejó en casa a Sergio Busquets, hasta entonces el jugador con más titularidades (seis) en este inicio de temporada junto con Leo Messi, estrenó titularidad Rafinha Alcántara y además cambió el sistema de juego, un 3-4-3 atacando con Javier Mascherano en el lateral derecho y que se convertía en 4-3-3 defendiendo y Alba por la izquierda.