Zidane, mirando el abismo

Actualizado
  • 04/02/2021 00:00
Creado
  • 04/02/2021 00:00
Luego de dos desastrosas derrotas y un pobrísimo rendimiento, la dirección del Real Madrid observa con graves dudas a su técnico. Florentino Pérez está dispuesto a reemplazar a Zidane, si este sábado no logra una victoria contundente ante el último lugar de la liga

No importan las tres Champions obtenidas. Zinedine Zidane comienza a vislumbrar su salida del Real Madrid. La desastrosa derrota en la Copa del Rey ante el Alcoyano (club de tercera división) y el reciente descalabro como local frente al Levante, han multiplicado la desconfianza que el Madrid siente hacia su técnico. La pobreza de su juego, las evidentes carencias físicas y la inexplicable terquedad de Zidane a la hora de tomar decisiones, lo han puesto contra las cuerdas. Ante la temible posibilidad de terminar la temporada sin títulos, la directiva del Madrid está pensando en posibles soluciones de urgencia. La primera, la más clara es despedir al técnico francés. ¿Candidatos a reemplazarlo? Básicamente dos: el italiano Massimiliano Allegri y la leyenda del Real Madrid, Raúl. El favorito es Allegri, fundamentalmente por su claridad expositiva, su mano dura y su fijación con el trabajo táctico.

La pobreza de su juego, las evidentes carencias físicas y la inexplicable terquedad de Zidane a la hora de tomar decisiones, lo han puesto contra las cuerdas.

Allegri está en la mente de Florentino desde hace un rato. Si no lo ha buscado con mayor intensidad es porque prefería a Mauricio Pochettino para hacerse cargo del equipo blanco en caso de emergencia. Pero en el momento que Pochettino por el PSG dejó a Allegri como principal candidato.

Si le preguntas, Allegri preferiría mo tener que hacerse cargo en medio de esta temporada, para empezar el proyecto desde cero a inicios de la siguiente. En apariencia, su único rival en la conducción del Madrid sería Raúl González, legendario delantero de la institución que en la actualidad dirige al Castilla (es decir el Real Madrid B). La directiva prefiere la experiencia y el rigor de Allegri a la hora de reconducir una plantilla que oscila entre la ineficacia y el desgano.

El entrenador italiano se ha caracterizado siempre por tener mano dura dentro del vestuario y un gran rigor táctico. Ha sido un entrenador de muchísimo éxito en Italia, tanto con el Milán como en la Juventus. Además, ha sido muy claro a la hora de mostrar sus preferencias por entrenar en Italia o España, rechazando en el camino varias propuestas de otros países que no lo convencieron.

Una temporada crítica

En el Madrid todos sabían que iba a ser una temporada muy complicada. La crisis económica ha afectado al club blanco, como a casi todos los clubes del mundo. No han existido mayores refuerzos, ni se ha realizado ninguna renovación deportiva.

El equipo no se ha reforzado y los jugadores jóvenes no han dado el salto esperado, en particular Vinícius, que ha retrocedido en su juego. Pero pese a estos argumentos, la directiva blanca piensa que la plantilla debería obtener muchos mejores resultados y al aproximarse su serie de Champions contra el Atalanta, subsiste una sensación de terror a quedar eliminados.

Florentino Pérez y la directiva han apostado siempre por la gestión de vestuario de Zidane, pero creen que se le ha ido el equipo de las manos. El calendario es muy exigente, el rendimiento físico es precario y las respuestas de Zidane a la hora de resolver los partidos han sido torpes o insuficientes.

Esta temporada aún hay un leve margen para la rectificación, pero las perspectivas asustan. Las heridas se han profundizado. La liga parece inalcanzable, no hay más Copa ni Supercopa y el rendimiento en la Champions ha sido más que dudoso.

Renovaciones pendientes

Zidane solicitó al club que fuera rápido a la hora de gestionar las renovaciones de los futbolistas que pronto finalizan sus contratos. Me refiero primordialmente a Modric, Ramos y Lucas Vázquez.

La de Modric está conversada y acordada, aunque aún falta por firmar el contrato. Mientras las de Ramos y Lucas Vázquez, ambas continúan inmóviles.

Otro asunto espinoso con Zidane es el manejo de ciertos jóvenes jugadores a los que con extrema terquedad ha decidido darles la espalda. Me refiero, por ejemplo, al caso de Luka Jovic, desterrado de la cancha en el Madrid y recientemente prestado al Eintracht de Frankfort. Jugando con el Madrid, Jovic apenas anotó dos goles en 32 partidos. En el Eintracht anotó tres veces en sus primeros dos partidos. Por situaciones como esta Zidane está generando dudas entre la tribu del Madrid. ¿Habrá perdido la capacidad de incidir en el desarrollo individual de sus jugadores? ¿O tal vez habrá perdido el don de manejar los vestuarios?

Sus furiosos caprichos también alcanzaron a dos laterales notables. En el flanco izquierdo prefirió quedarse con un marchito Marcelo y exigió vender a Reguillón, que ahora sigue su camino en el Tottenham. El Madrid aprecia tanto a Reguillón, que cuando lo vendió incluyó una cláusula que le permite recuperarlo en 2021 o 2022, siempre que pague 40 millones por su pase. Mientras tanto, en el carril derecho, Zidane no quiso ni ver al marroquí Achraf, quien ha terminado jugando en el Inter de Milán.

El viaje de Martin Odegaard

Y dentro de estas fugas madridistas, el caso de Martin Odegaard es muy peculiar. Recientemente exigió que lo prestasen cuanto antes, pues ya no aguantaba mucho más. Luego de no jugar ni un segundo en la Supercopa, Odegaard pidió su salida. En su caso, resulta muy difícil entender las razones de Zidane, quien es alérgico a dar explicaciones a su propia junta directiva. Odegaard estuvo a préstamo la temporada pasada con la Real Sociedad, equipo con el que cumplió una labor brillante. Al terminar la temporada, Zidane solicitó su regreso a las filas del Madrid. Fue titular los dos primeros partidos, para luego ser enviado a la nada. En un partido contra el Celta de Vigo, Odeegard ingresó cuando faltaban seis minutos. Una jugada del noruego molestó a Zidane, quien a manera de castigo obligó a entrenar en solitario al astro noruego. Hoy, Odegaard está a préstamo en el Arsenal, junto a otro jugador del Madrid despreciado por Zidane: Dani Ceballos.

¿Y ahora?

En un horizonte muy cercano, se asoma la Liga de Campeones, donde el Madrid enfrenta una difícil eliminatoria ante un sólido Atalanta, que en el mercado de invierno resolvió el conflicto con Papu Gómez, vendiéndolo al Sevilla. El Madrid, a una distancia sideral del líder Atlético en la liga, eliminado de la Copa del Rey por un club de tercera división, vencido en la Supercopa, solo tiene por delante la Champions. Por eso la urgencia y la zozobra, la sensación de ansiedad y el miedo a una crisis más profunda. Mientras tanto, Zidane continúa terco y estoico. Con mirada desafiante, en apariencia sin inmutarse, mientras mira cómo el abismo se acerca.

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