Napoleón y el Mundial

Cuentan los historiadores que el emperador francés Napoleón Bonaparte no gustaba de visitar hogares donde hubiese niños menores de tres años. La razón, el emperador dejaría de ser el centro de atención. Afortunado Napoleón, quien fue el gran emperador de Europa a principios del siglo XIX y tenía la posibilidad de escoger donde visitar.

Pero si Napoleón fuese emperador en el siglo XX o XXI tendría serios desafíos de ser el centro de atención, por lo menos durante un mes, cada cuatro años. ¿Por qué? No importa lo que pase en el mundo entero, pero ningún evento o noticia captará más atención, que la Copa Mundial de Fútbol.

¡Señoras y señores, viene el Mundial! La gran fiesta futbolística del mundo que absorbe la concentración de los terrícolas durante todo un mes. Los calendarios de ese mes, a nivel mundial, giran en torno al torneo. Si alguien tiene alguna cita importante, o reunión ineludible, se asegura de no agendarla a la hora de un juego importante o a la hora en que su equipo favorito juega. Se sabe de reuniones de ministros que son canceladas, no importa la seriedad del tema a ser tratado, o crisis que deba ser atendida, para que los ministros puedan ver los juegos. Todo pasa a segundo plano mientras dura la Copa. Los problemas se ponen a un lado, los conflictos se posponen. Nada es más importante que el Mundial.

Los restaurantes y sports bar (también vendedores de televisores) tienen su bonanza en esta época, pues amigos y familiares se reúnen para disfrutar las veladas futbolísticas juntos. No se anticipan huelgas, paros ni manifestaciones a nivel mundial, porque la concentración global está en el Mundial de Fútbol.

No es la primera vez que la humanidad experimenta un fenómeno similar. Las Olimpiadas de la antigua Grecia se llevaban a cabo cada cuatro años. Durante la celebración de los Juegos Olímpicos de la antigüedad se consolidaba una “tregua olímpica” durante la cual se suspendían todos los conflictos bélicos y rivalidades entre las ciudades-estado, mientras duraban las Olimpiadas. Aunque no es el caso hoy, dudo mucho que se desate una nueva guerra durante este mes.

La Copa del Mundo es un torneo organizado y supervisado por la FIFA, organización global regente del fútbol, deporte con más aficionados del mundo. Esta organización se fundó en Francia en 1904 y organizó su primer torneo mundialista en 1930.

Mientras hay 193 países pertenecientes a la ONU, hay 211 federaciones de fútbol a nivel mundial afiliadas a la FIFA. Esto convierte a la FIFA en una organización global con mucho poder e influencia y gran capacidad de alcance a toda la población del planeta (quizá más que la ONU).

En esta ocasión, la Copa del Mundo se disputará en Qatar es su versión XXII. Esta sede no es ajena a escándalos, pues fue escogida de manera controvertida hace más de ocho años. Como consecuencia de esta selección de la sede, se destapó el escándalo conocido como Fifagate que trajo a la luz la corrupción en muchas de las federaciones afiliadas a la FIFA, cuyos dirigentes aprovechaban sus posiciones de influencia para favorecer patrocinadores y cadenas de televisión, entre otros, para obtener beneficios personales. En adición, el calendario del torneo se tuvo que acomodar al ciclo climático de Qatar, pues por primera vez el torneo se disputa hacia finales de año (cuando el clima es más benévolo en esa región del mundo) y no ha mediados de año como ha sido la tradición por décadas.

En esta ocasión participarán 32 selecciones, sorteadas en 8 grupos de 4 equipos, representando a todos los continentes del planeta, las cuales disputarán 64 partidos para que al final se corone el equipo campeón del Mundo. Se estima que la final de la Copa la verán más de 4.000 millones de personas, más de la mitad de la población mundial. Tal vez sea la última vez que se use este formato de 32 selecciones, pues para la próxima versión, Dios mediante en 2026, la FIFA ampliará la participación a 64 selecciones en otro formato y nuevas reglas.

Preparémonos todos para la gran celebración del fútbol que esta próximo a iniciar. Vayamos llenando nuestras “pollas”, con nuestra predicción de los ganadores de cada juego. Seguro que si Napoleón estuviera vivo, también estaría anticipando este gran momento. Desde su sepultura en “Les Invalides”, en París, pondera si Francia puede repetir como campeón del mundo, pues es uno de los favoritos. ¡Que gane el mejor! Mientras, al mundo le toca disfrutar.