Alemania: una liga en orden

LONDRES. En Alemania no hay jeques, los clubes apenas tienen deudas, las entradas son baratas y se bebe cerveza en los estadios.

LONDRES. En Alemania no hay jeques, los clubes apenas tienen deudas, las entradas son baratas y se bebe cerveza en los estadios.

El exigente modelo de equilibrio del fútbol alemán se ha traducido en una liga saneada en tiempos de fuerte crisis en Europa.

Un éxito económico que ha tenido reflejo en lo deportivo con la brillante clasificación de Bayern Munich y Borussia Dortmund para la final de la Liga de Campeones, que se disputa el sábado en el estadio Wembley de Londres.

‘La lección principal del modelo alemán es la aplicación de la prudencia financiera en tiempos de bonanza’, dijo Francesc Pujol, profesor de Deporte y Negocio en la Universidad de Navarra en España.

‘Lo difícil es aplicar esa prudencia cuando te sobra el dinero y las cosas van bien, que es lo que hizo Alemania’’, añadió en entrevista telefónica con The Associated Press.

El principal mandamiento económico de la Bundesliga es que no se permiten deudas con Hacienda, Seguridad Social e instituciones dependientes del Estado. Las deudas entre clubes por traspasos sí se aceptan, pero se trata de una enorme diferencia con países como Italia y particularmente España, donde por ejemplo los clubes deben 900 millones de dólares al fisco, según cifras oficiales del gobierno.

Además, la Bundesliga tiene una ley llamada “50+1’’, que prohíbe a cualquier persona poseer más del 50% de las acciones de un club. Lo que imposibilita el desembarco de jeques y magnates, como ha ocurrido fundamentalmente en Inglaterra, pero también en países como Francia.

‘Cuando los otros clubes van al banco, van al área de préstamos, pero cuando nosotros vamos al banco, es para ir a la ventanilla de depósitos’’, dijo hace un año Uli Hoeness, presidente del Bayern Munich.

La disciplina presupuestaria no había tenido eco deportivo en Europa hasta ahora, cuando por primera vez en la historia dos equipos alemanes jugarán la final de la máxima competición continental.

‘La clave de la sostenibilidad es hacer un mecanismo que controle que tu gasto en jugadores esté siempre supeditado a los ingresos que generas con la actividad deportiva’’, explicó Pujol. “Jeques y magnates ponen dinero sin preocuparse e inyectan inflación en el mercado’’.

Con menos patrocinadores por culpa de la crisis, los principales clubes europeos, salvo los gestionados por grandes fortunas, han congelado el gasto. Sin embargo, ha sido precisamente en estos años de recesión cuando Alemania más ha invertido en jugadores.

Lo Nuevo