Rafael Nadal y Roger Federer en el año de ‘resurrecciones'

El año que termina ha sido el del español Rafael Nadal y el suizo Roger Federer, que se repartieron el Grand Slam, con dos cada uno, y que en total sumaron trece títulos, para acabar uno y dos del mundo, respectivamente, en una temporada en la que la palabra resurrección marcó sus trayectorias.

Nadal y Federer fueron los mejores. El de Manacor salió campeón en Roland Garros, por décima vez, y en el Abierto de EE.UU., por tercera, para conquistar su 16 grande.

Sumó además su X Montecarlo y Barcelona, V en Madrid, y el segundo en Pekín.

Para demostrar que aún sigue vivo y con ganas recuperó también el puesto de número uno del mundo para acabar la temporada en ese lugar por cuarta vez en su carrera, y siendo además el de mayor edad en conseguirlo.

Esta temporada marcó también el adiós de su tío y entrenador Toni Nadal, quien ha forjado la trayectoria del zurdo de Manacor.

Su despedida deja a Carlos Moyá y a Francis Roig a cargo del número uno, aunque Toni siempre estará dispuesto a acudir en su ayuda.

Federer mostró que es incombustible. Exhibió su mejor tenis, más rápido y con golpes más destructivos para ganar su quinto Abierto de Australia, su octavo Wimbledon, su tercer Miami, su quinto Indian Wells, su noveno Halle, su noveno Basilea y su segundo Shanghái.

Es verdad que jugó menos torneos y menos partidos que Nadal, porque el de Basilea lleva ya varias temporadas cuidando su físico, programando la campaña con descansos y seleccionando apariciones.