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- 11/11/2009 01:00
La noche comienza a caer en España. En su amplio apartamento ubicado en Cartagena, el futbolista panameño Alberto Quintero, cuenta las horas que hacen falta para el clásico frente a su archirrival Murcia, mientras esperaba la llamada de La Estrella. Ese partido se jugó el pasado sábado y Cartagena ganó 4-1. Quintero, un humilde joven panameño criado en el barrio de El Chorrillo, es el vivo ejemplo de que los sueños se pueden hacer realidad y que la pobreza y el pandillerismo, es solo una excusa para los que no quieren superarse. “Negrito” —como lo conocen en España—, solamente había jugado en el equipo de El Chorrillo, antes de que Carlos Cantarero, quien lo entrenó en Panamá, viera en él muchas posibilidades y se lo llevara a España. Como no tenía pasaporte y nadie lo conocía, tuvo que jugar en el Torrellano de Alicante, un equipo de la tercera división de España. Allí, el volante de recuperación de 21 años de edad, tuvo la suerte de ser descubierto por Juan Ignacio Martínez, el actual técnico del Cartagena de la segunda división de España. Martínez vio en Quintero un diamante en bruto y por eso le hizo un contrato de dos años. Hoy, en el Cartagena, es líder de la segunda y firme candidato para subir a la máxima categoría.
Tenía ese sueño y esa ilusión desde pequeño. Era algo que le decía a mis padres, a mis amigos, a mi novia. Yo tenía la fe, de que llegaría lejos. Mis compañeros de El Chorrillo me decían que tenía que trabajar con humildad y ganas. Gracias al sacrificio de entrenar todos los días en El Chorrillo, hoy se ven los frutos de ese esfuerzo.
Creo que sí. Pero mi sueño era este y ahora quiero llegar más lejos. Pienso que lo voy a lograr. Con respecto al buen momento que vive el club, creo que nadie se lo imaginaba, porque ese no era el objetivo. El objetivo del club era mantenerse en la Segunda A, pero ahora lo estamos viviendo y tenemos un gran equipo. Todos esperamos que el equipo siga trabajando bien y que no bajemos la guardia para seguir de líder, y Dios primero, subamos a la primera división. En Cartagena, nadie se lo esperaba. Lo que se vive es una verdadera locura.
La afición está volcada con el equipo y tienen mucha ilusión. En cada partido colman los estadios y eso es bonito, porque también de llena de ilusión a los jugadores.
¡Uff..! Sería el sueño más lindo del mundo. Ojalá fuera así. Si se da, sería algo muy especial. Pero hasta que no lo viva, no lo creeré. Por ahora quiero vivir este momento con el Cartagena de segunda A y disfrutar al máximo. Cartagena tenía 21 años que no estaba en segunda A, y subir a la Liga sería algo inolvidable. La afición nos quiere mucho. A mí, por ejemplo, me paran en la calle, me dan ánimo, me piden autógrafos. Es muy bonito lo que está viviendo el club.
Eso es lo que quiero. Todavía faltan muchos partidos y no estoy preocupado. Me están dando muchos minutos para jugar y considero que los estoy aprovechando muy bien. Espero que cuando me den la oportunidad de ser titular aprovecharla al máximo. Estoy seguro que ese momento llegará pronto, porque estoy trabajando para eso. Lo que tengo es mucha ambición, hay que tenerla para triunfar. El solo hecho de estar en la convocatorias y ser uno de los primeros cambios, es muy importante para mí. El entrenador ya lo ha dicho, que él me va a llevar de menos a más, pero yo estoy demostrando que quiero ser titular y él ya se está dando cuenta de eso.
Extraño mucho a mi familia, pero si me pongo a pensar en ellos y lo lejos que están, eso me hubiera afectado mucho. Ya llegará el tiempo de disfrutar con mi familia y sé que será pronto. Estoy contento con la oportunidad que me han dado en España y creo que mi familia también lo está. Por ahora tengo planes para que venga mi novia Shanaika Araúz y eso para mi será muy especial.
Bueno me llevo muy bien con Tato, un delantero; también con Chiqui, un defensa. Con ellos me voy a entrenar, vamos al cine y son los jugadores con los que más hablo. Hay un jugador que tiene mucha experiencia y que ha jugado en primera división. Se trata de Víctor. Con él, también me llevo muy bien y me aconseja mucho.
Me gusta los videojuegos, ir al cine, de compras, para despejarme un poco y no pensar solamente en el fútbol. Cuando llega el momento de centrarme en el fútbol, lo hago. Entrenamos de lunes a viernes si hay partido el sábado y de lunes a sábado, si jugamos el domingo. En la semana tenemos dos días libres.
A todo panameño le gustaría representar a su país, porque es un honor y un orgullo. Si el técnico que está me convoca, yo con gusto iré con mucha ilusión. Ya representé al país en las categorías inferiores. Sinceramente le doy gracias a todos los panameños que desde allá me apoyan y siguen mi carrera.