OIT prevé 2.4 millones de nuevos desempleados

Actualizado
  • 01/05/2009 02:00
Creado
  • 01/05/2009 02:00
PANAMÁ. Hace 113 años, un día como hoy, seis obreros estadounidenses ofrecieron sus vidas luchando por mejorar las condiciones laborale...

PANAMÁ. Hace 113 años, un día como hoy, seis obreros estadounidenses ofrecieron sus vidas luchando por mejorar las condiciones laborales, entre ellas: las ocho horas de trabajo, el derecho a huelga y la libre asociación.

Desde ese entonces hasta la fecha, según el presidente de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (APEDE), Roberto Alfaro, las relaciones obrero-patronal han mejorado y se han hecho grandes avances en el tema laboral.

Pero ahora, en el 2009, los trabajadores, incluyendo a los latinoamericanos, tienen un nuevo reto en el que tendrán que ir a la mano con el sector privado: la crisis financiera global. La tasa del desempleo, que disminuyó por el crecimiento económico mundial durante el 2003 al 2008, empieza a tomar fuerza en la región.

Según el informe de la Organización Mundial de Trabajo (OIT) sobre el Panorama Laboral 2008 de América Latina y el Caribe, el año pasado el desempleo urbano estaba estimado en 15.7 millones de desocupados, que representa unos 7.4% de la población general, pero para 2009 el pronóstico es que se agregará a las filas de desempleados otros 1.5 y 2.4 millones más.

A juicio del presidente de APEDE, no se vislumbra que en Panamá se den los despidos masivos y apuesta a que se mantendrá el nivel de ocupación. Las razones de la crisis financiera, aunque no sea culpa directa de América Latina, son varias y estas afectarán los sectores productivos, y por ende las plazas de trabajo.

El informe de la OIT menciona la reducción de la demanda externa en las exportaciones y la caída de los precios de los productos básicos. Los países suramericanos, que son importantes exportadores de materia prima, son los más afectados.

El incremento de la tasa de desempleo en las naciones del primer mundo, reducirá el flujo de remesas hacia los países de Centroamérica. Este ingreso representa en algunas regiones el 10% del PIB. El turismo, una industria en pleno crecimiento en Centroamérica y el Caribe y promotor de plazas de trabajo, se desacelerará hasta casi detenerse en el 2009, cuando venía a un ritmo de 6.6% en el 2007 y 3% en el 2008.

La dificultad al acceso del financiamiento es otra consecuencia nefasta de la crisis financiera. Sin embargo, los gobierno de la región empezaron a tomar medidas. En Panamá, el Programa de Estímulo Financiero, que es financiado por organismos internacionales, es un ejemplo. Esta herramienta busca mantener el flujo de crédito en los sectores económicos que generen empleos.

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