La ampliación del Canal desafía a puertos de CA

PANAMÁ. La ampliación del Canal de Panamá hace presión sobre las redes de transporte marítimo y terrestre de América Central y de Repúbl...

PANAMÁ. La ampliación del Canal de Panamá hace presión sobre las redes de transporte marítimo y terrestre de América Central y de República Dominicana, donde son escasos los puertos que están en condiciones de atender la demanda de barcos de mayor calado, indicó ayer el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Según la institución, para satisfacer las exigencias de los buques más grandes que navegarán por la vía interocéanica —cuando se complete su expansión en 2015— los países de América Central deben mejorar su infraestructura intermodal de puertos y de rutas, la calidad de sus servicios de transporte terrestre e intensificar su coordinación institucional.

Ayer, durante la celebración de la 54 Asamblea de Gobernadores del organismo, que se celebra en Panamá, se dieron a conocer las conclusiones de dos estudios sobre el impacto de la ampliación del Canal en el transporte marítimo y de carga de la región centroamericana.

En el estudio titulado: ‘Diagnóstico sobre el desempeño de los puertos y estudio de conectividad portuaria en Centroamérica y la República Dominicana’ se evalúa el funcionamiento y de la conectividad de 18 puertos de Belice, América Central y República Dominicana.

El BID considera importante que el sector público actúe a escala regional, nacional y local, conforme a una agenda coordinada, con prioridades y objetivos comunes. ‘La necesidad de más coordinación es apremiante porque la expansión del Canal de Panamá dará cabida a buques post-Panamax que transportan 12,600 contenedores, frente a los 4,500 que cargan los actuales’, señala la institución.

Hoy día, solo dos países de la región pueden recibir buques post-Panamax: República Dominicana (en el puerto de Caucedo) y las terminales de Panamá.

PUERTOS Y CONECTIVIDAD

Los buques post-Panamax cambiarán radicalmente la dinámica del transporte de carga. Los barcos que atracan en múltiples puertos con cargas pequeñas dejarán paso a los navíos post-Panamax, capaces de llevar grandes volúmenes de carga a las terminales portuarias.

Los puertos y las carreteras deberán ser capaces de descargar y desplazar cargamentos mucho más voluminosos y hacerlo con mayor rapidez y eficiencia, señala el banco.

Los altos costos del transporte también impiden que los productos del país compitan eficazmente en el mercado mundial. Sobre la base del estudio en América Central, por ejemplo, el transporte y la logística pueden representar desde el 20% hasta el 60% de los precios de los productos alimenticios entregados.

Por lo tanto, a menos que se introduzcan cambios significativos en las estrategias portuarias, la dinámica básica de la red de servicios de transporte de carga para los otros puertos analizados no cambiará en un futuro inmediato y continuarán siendo atendidos por las líneas alimentadoras.

Con la expansión del Canal, los buques de mayor tamaño como el nuevo Panamax cruzarán el Canal hacia la costa atlántica y tendrán que hacer escala en uno o más megapuertos, desde los cuales se usarán buques alimentadores para distribuir la mercancía.

Sin embargo, la pregunta es cuáles serán esos megapuertos. El informe del BID recomienda que los países establezcan un órgano coordinador nacional encargado de la supervisión del transporte marítimo y terrestre y hace hincapié en que la existencia de una red integrada de transporte marítimo y terrestre intermodal es crucial para el desarrollo futuro de la región.

Pero la expansión no solo afectará a los puertos de la región sino también podría incidir negativamente en el Puerto de Balboa en el Pacífico. Semanalmente llegan dos buques con capacidad de 8,000 TEU’s (contenedores de 20 pies) que hacen transbordo en Balboa y una parte significativa de su carga se transporta por vía férrea hacia la costa atlántica para que desde allí se haga el transbordo.

Como consecuencia de la expansión, parte de esta carga podría transitar por el Canal en buques grandes para hacer transbordo en el lado del Atlántico o bien para continuar hacia la costa este de Estados Unidos sin hacer transbordo, según el BID.

Hasta ahora, no se sabe hasta qué punto se reduciría la actividad en Balboa y del ferrocarril si esto sucediera.

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