Otra ‘especie’ en extinción

Actualizado
  • 28/06/2013 02:00
Creado
  • 28/06/2013 02:00
PANAMÁ. ‘En casa tenía tres inodoros dañados. Por semanas busqué un plomero para que los arreglara y no lo conseguía. Cuando finalmente ...

PANAMÁ. ‘En casa tenía tres inodoros dañados. Por semanas busqué un plomero para que los arreglara y no lo conseguía. Cuando finalmente lo encontré, me dijo que podía, pero en ese mismo momento porque, porque después no’, se quejó el director de noticias de Radio Panamá, Edwin Cabrera, durante la emisión de su informativo, resumiendo las dificultades que muchos panameños enfrentan a la hora de buscar un técnico que pueda resolverles trabajos de plomería, ebanistería, tapicería y otros.

Las transformaciones en la vida urbana, el avance de la tecnología y una mala orientación familiar han provocado que muchos oficios, que antes eran indispensables, ahora estén desapareciendo, considera Elías González, director Nacional de Educación Profesional y Técnica del Ministerio de Educación (Meduca).

La ebanistería, la chapis tería, la tapicería, la plomería, la soldadura, la encuadernación y las artes gráficas son solo algunas de las ‘profesiones técnicas en las que ya no encuentras personal capacitado que las ejerza’, advirtió Félix Cuevas, docente universitario, autor de varios libros de matemáticas y expresidente de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresas.

El mercado laboral se ha ido transformando para adecuarse a las necesidades de una sociedad más moderna. ‘Ahora se necesitan más contadores y gente para hacer turismo’ porque el desarrollo económico que experimenta el país así lo exige, dice González.

VISIÓN FAMILIAR

Antes las ‘profesiones artesanales’ dominaban el mercado laboral. Por ejemplo, en el siglo pasado se requirió mucha mano de obra calificada para hacer grandes construcciones, como el Canal de Panamá, las bases militares y las viviendas de los estadounidenses. Pensando en esto, los padres recomendaban a los hijos estudiar carreras técnicas porque era una oportunidad para convertirlos en profesionales y para ingresar al mercado laboral de forma rápida.

Pero hoy en día esa visión es distinta. Ahora los padres les inculcan a los hijos que tener un título universitario es la única manera de generar los ingresos que se requieren para alcanzar una vida digna. Y como la ma yoría de las carreras técnicas no reúnen los créditos para optar para estudios superiores, buscan otras opciones. ‘Los padres de familia no le dan valor a las carreras técnicas’, dijo Cuevas.

LA TECNOLOGÍA

La tecnología ha jugado un papel tan importante que ha eliminado muchos nichos de trabajo técnico, por ejemplo los tipógrafos, según el sociólogo Marcos Gandásegui. Ya no se requiere arreglar máquinas de escribir porque estas fueron sustituidas por las computadoras. Los obreros de las artes gráficas prácticamente tampoco existen porque ahora las tarjetas se hacen en ordenadores, dijo el sociólogo y catedrático universitario.

A pesar de lo que está ocurriendo aún quedan algunos jóvenes que mantienen vivos oficios del pasado. En la mayoría de estos casos son familias cuyos miembros se han dedicado por generaciones a ciertas actividades artesanales y ellos optan por seguir con el negocio.

EL PROGRESO

Pero como todo cambio tiene una consecuencia, la desaparición de algunos oficios técnicos también lo tiene. La falta de personas que se dediquen a estas actividades está generando un vacío en la sociedad. ‘Los que la ejercen están saturados de trabajo’, dijo González.

Para resarcir los impactos negativos que está causando la falta de personal para oficios técnicos, el Ministerio de Educación contempla crear un instituto de estudios superiores, orientado a motivar a los jóvenes a retomar estas carreras.

Sin embargo, si bien es cierto que algunos oficios están desapareciendo, hay otros que surgen y que están causando una ‘nueva dinámica económica y social en el país’, explicó Gandásegui. La informática, por ejemplo, está creando novedosas plazas de trabajo. El sociólogo atribuye al progreso todos estos cambios en el mercado laboral.

Pero, a su juicio, se requiere de planificación y de un proyecto de desarrollo nacional para evitar que la sociedad resulte negativamente afectada.

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