Activos del Centro Bancario ascienden a $120,423 millones

Actualizado
  • 13/05/2017 02:00
Creado
  • 13/05/2017 02:00
Los activos del Centro Bancario Internacional subieron 4.3% en febrero de 2017, respecto a febrero 2016, cuando sumaron de $115,418 millones

Los activos del Centro Bancario Internacional (CBI) sumaron $120,423 millones en febrero de 2017, reveló la Superintendencia de Bancos de Panamá en su informe más reciente.

Como resultado, los activos del CBI se incrementaron 4.3% en febrero 2017, respecto a febrero de 2016, cuando alcanzaron la suma de $115,418 millones. Los activos del CBI que más crecieron fueron los activos líquidos, que se incrementaron 11.6%, revela la misma fuente.

Por el lado de los pasivos, el informe de la Superintendencia de Bancos revela que los depósitos del CBI se ubicaron en $85,848 millones en febrero 2017, equivalente a un crecimiento de 4.4% respecto al mismo mes de 2016.

Según la fuente, la utilidad del CBI registró una ganancia de $327 millones en los primeros dos meses del presente año. En enero y febrero de 2017, los resultados fueron estables y se apoyaron en ganancias operativas recurrentes a raíz de márgenes aceptables, calidad de activos controlada y crecimiento constante del crédito, agrega.

SISTEMA BANCARIO NACIONAL

La Superintendencia de Bancos reveló también información sobre los activos del Sistema Bancario Nacional. Según sus cifras, los activos ascendieron a $100,606 millones en febrero 2017, equivalente a un crecimiento de 4.7%, respecto al mismo mes del año pasado.

Por el lado de los pasivos, el informe arroja que el saldo de depósitos en el Sistema Bancario Nacional se ubicó en $73,830 millones en febrero 2017, equivalente a un aumento de 4.8%, respecto a febrero 2016.

En cuanto al comportamiento del financiamiento, el informe detalla que en febrero 2017, respecto al mismo mes del año previo, la cartera de crédito creció 4.6%, impulsada, principalmente, por la cartera local, que se expandió 8.1%.

Según la fuente, mientras el crédito destinado al sector privado tuvo un incremento de 8.7%, los créditos externos se redujeron, lo cual es síntoma de prudencia por parte de los bancos ante el complejo e incierto contexto externo, añade en su análisis.

Por destino del crédito, el informe revela que la mayor expansión del financiamiento la reportaron las empresas y las personas físicas con actividad empresarial. En detalle, el reporte oficial señala que el negocio crediticio mantuvo su mayor dinamismo en los sectores de la construcción (16.8%), las hipotecas (12.2%), la industria (13.8%) y la ganadería (10.6%), entre otros.

Además, revela que la actividad financiera con mayor crecimiento en valores absolutos para febrero de 2017, en comparación con febrero de 2016, fue la hipotecaria, que logró una expansión de $1,635 millones, seguido del consumo, con un incremento de $1,197 millones, y la construcción, con una expansión de $917 millones, siendo estos los de mayor importancia en el mercado del crédito panameño.

HIPOTECAS

Para la banca, el crédito hipotecario continuó siendo uno de los pilares financieros que mantienen una demanda creciente del sistema financiero de Panamá. Como muestra de ello, las cifras de la Superintendencia de Banco de Panamá revelan que, en febrero 2017, el financiamiento hipotecario creció 12.2%, comparado con los resultados de febrero de 2016.

En el período mencionado, el saldo de los créditos hipotecarios concedidos totalizó $14,989 millones, con una expansión de $1,635 millones.

Según la Superintendencia de Bancos, la mejora en las condiciones del crédito hipotecario residencial de los últimos años ha sido el principal promotor de la demanda por vivienda. Por el lado de la banca comercial, las menores tasas de interés y mayores plazos promedio han elevado el poder de compra de las familias.

El organismo supervisor de la banca estima que la demanda hipotecaria del país podría mantenerse, debido a la creciente demanda habitacional y el mayor acceso crediticio.

PRUDENCIA

Por último, el informe de la Superintendencia de Bancos revela que, por el lado de los egresos, se observó un incremento en el gasto por provisiones de cuentas malas para la cartera de crédito, que se constituyen al tener indicios de deterioro de las operaciones.

Al respecto, señala que si bien este gasto en provisiones impacta las utilidades en el estado de resultados, desde la perspectiva prudencial de los bancos es una sana práctica, fortalece la situación financiera de las entidades.

Según el organismo regulador, esta medida va acompañada de un indicador sólido de cobertura de provisiones sobre cartera, además del valor de las garantías consignadas.

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