Los siete propósitos de la pandemia

Deseo manifestar que esta pandemia ha dejado ciertos propósitos de aprendizajes para las empresas y emprendedores que buscan mantenerse activos. Es una oportunidad, no una amenaza.

Es necesario iniciar con el liderazgo, pero un buen liderazgo donde los colaboradores reciben oportunidad de crecimiento.

Otro propósito muy importante es ser auténtico, original y único en lo que haces; eso te hace diferente y donde podrás demostrar un perfecto valor agregado en estos tiempos. Esto te permite generar ideas creativas e innovadoras.

Definitivamente que una de las grandes debilidades en las organizaciones es la falta del manifiesto ágil o la agilidad para la toma de decisiones. El manifiesto ágil marca cuatro valores importantes donde el individuo importa más que las herramientas, el software tiene más peso que la documentación excesiva, apoyar al cliente resalta más que las negociaciones y responder al cambio es más importante que un seguimiento al plan. Esto nos permite ser más rápidos y eficientes en la toma de decisiones.

Aquí deseo rescatar otro propósito y es el aprendizaje y la mejora continua: Este momento yo le llamaría retador; todas las empresas han tenido que actuar y reaccionar para mantenerse activas realizando ajustes y en cada proceso han tenido que aprender e ir afinando para llegar al resultado final, desde mejorar la experiencia del cliente hasta el retorno de los puestos laborables (quiénes sí y quiénes no). Pregúntate: ¿Qué has aprendido con este cambio?

Nuestro siguiente propósito es la gente, “el motor de las empresas”. ¿Te has preocupado realmente por ellos?, ¿puedes reubicarlos en otros puestos?, ¿diseñaste un nuevo perfil para el puesto de trabajo?, ¿conoces verdaderamente las condiciones de tus colaboradores? Recuerda que la gente es el recurso más importante de la organización, y el valor que aporta.

Cualquier transacción o negocio relevante en este momento vale la pena si no afecta de manera drástica las finanzas de la empresa, este es otro propósito. Lo primero que hace una empresa es cuidar el flujo que tiene, controlar los gastos y observar oportunidades que brinda el gobierno, como la banca de oportunidades y otras, pero lo destacado de esta historia es guardar cuando las vacas estén gordas para poder alimentar a las flacas.

Y finalmente, el último propósito es cuidar a tu cliente. Empieza a conocerlo, piensa como tus clientes, habla con ellos, cómo vas a recuperar a los perdidos, y cómo descubrirás a los nuevos. Pregúntate: ¿Has realizado reuniones virtuales con tus clientes?