Panamá y el desafío de lograr su crecimiento económico

Actualizado
  • 30/04/2021 00:00
Creado
  • 30/04/2021 00:00
La covid-19 golpeó la economía nacional con muchísima fuerza. Para algunos, las perspectivas de recuperación son optimistas, para otros hay ausencia de un plan concreto
El Gobierno de Panamá espera solicitar en 2021 préstamos por $6 mil millones.

En medio del escenario que aún mantiene la pandemia y la anhelada inmunidad de rebaño, las predicciones del crecimiento económico de Panamá para este 2021 comienzan a ser discutidas.

Hasta el momento, organismos como el Fondo Monetario Internacional ha dado una estimación de 12%, el Banco Mundial de 9,9%, Fitch 9,2% y The Economist 9,1%. En el plano nacional, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) dio un 9,0% y el Instituto Nacional de Estadística y Censo (Inec) de la Contraloría 8% o 10%.

El Inec sustentó que el crecimiento de la economía de 8% o 10% será por un tema de rebote. La advertencia se debe a que Panamá produjo en 2020 riqueza por $35 mil millones y en 2019 $43 mil millones. “En 2021 estaremos cercanos a los $38 mil millones siempre y cuando el escenario de la pandemia se vaya manejando como se hace con la neutralidad de las vacunas para alcanzar la inmunidad de rebaño”, expresó el director del Inec, Samuel Moreno, durante la mesa plenaria del diálogo nacional por la Caja de Seguro Social (CSS).

Según la Contraloría, la economía panameña alcanzaría montos ocurridos entre los años 2016 y 2017, por lo que se debe ver como una recuperación parcial de la economía.

La economista Maribel Gordón indicó que lo primero a considerar es que la proyección está sustentada según el crecimiento negativo de 2020 con respecto a 2019 (-17,9%), por lo que un incremento entre 8% y 10% en 2021, no significa que se logró recuperar los niveles de producción obtenidos en 2019 (antes de la covid-19).

“Para alcanzar los niveles de 2019 se requieren cinco o más años. Eso significa que incluso con un espectacular despegue de la actividad económica, el país aún estará lejos de volver a su nivel previo a la crisis. Debemos advertir, además, que en los últimos años la tendencia del crecimiento del producto interno bruto (PIB) era descendente”, comentó Gordón.

No obstante, el ministro de Economía, Héctor Alexander, en la mesa plenaria del diálogo por la CSS, vaticinó que Panamá, con su economía abierta, puede tener en 2023 la producción que se tenía en 2019.

Desempleo e informalidad

Gordón señaló que si la perspectiva se mira en la relación de elasticidad PIB-empleo, eso no significa que se van a recuperar los puestos de trabajo en la misma proporción que crece el PIB, ya que por la covid-19 se perdieron 327,340 empleos formales y la informalidad comprende casi al 60% de los trabajadores.

“El gobierno debe hacer cambios profundos para enfrentar el desempleo e informalidad laboral. Es necesaria una estrategia de desarrollo nacional y social, que permitan generar empleos dignos y salarios justos, con proyección en el tiempo, que garanticen todos los derechos a los trabajadores. Que considere la perspectiva de género y que promueva nuevas plazas de empleo para los jóvenes. El gobierno debe suspender todas las normas que están conduciendo a una mayor flexibilización laboral, que generan informalidad y precariedad laboral”, razonó la economista.

El ministro del MEF detalló que la economía dependerá de la actividad de construcción, inmobiliarias e industria de materiales de construcción y comercio al por mayor y menor. Ya el gobierno tiene en agenda la línea 3 del Metro, con el fin de generar 5 mil empleos directos e indirectos; la extensión de la línea 1 hasta Villa Zaíta, donde se espera ofrecer mil empleos; la línea 2 del Metro hasta el aeropuerto de Tocumen, donde laboran 495 trabajadores; túnel por debajo del Canal de Panamá, que sumaría 1,300 empleos directos y 1,500 indirectos.

Alexander comentó que las prioridades económicas del gobierno para 2021 tiene que ver en continuar con el desarrollo de la política fiscal anticíclica que ha implicado traer recursos del exterior. Continuar con el programa masivo de vacunación contra la covid-19. Fortalecer los fundamentos económicos a través de políticas públicas. Continuar con el programa de inversiones para apoyar el crecimiento económico. Resolver la crisis del programa de Invalidez, Vejez y Muerte de la CSS. Realizar acciones necesarias para sacar al país de las listas negras internacionales.

Informó que el año pasado los gastos alcanzaron los $1,355 millones y en 2021 los gastos generados se estiman en $1,343 millones. Tomando en cuenta que el gobierno espera solicitar préstamos por $6 mil millones para poder pagar gastos de operación, inversión, y para pagar amortizaciones. De este dinero, el 32% sería para pagar gastos de operación.

Gordón precisó que la situación económica afecta directamente el bienestar de la población, por lo cual las proyecciones económicas favorables para 2021 deben acompañarse de políticas públicas efectivas y el uso de fondos públicos eficientes, que logren aminorar las brechas y mejorar así el desarrollo económico y social del país.

Sin embargo, mencionó que “el gobierno no tiene un plan para la reactivación económica; lo que denomina plan, solo mira a un sector, a los grandes empresarios, dejando al resto de los sectores económicos y sociales en la indefensión, ya que en medio de la pandemia se flexibilizaron aún más las normas laborales, se le entregó a la banca millones de dólares, se le otorgó moratoria en materia de las cuotas a la seguridad social, entre otras acciones. Es decir, el gobierno ha asumido plenamente el plan de los empresarios”.

En este marco, subrayó que el plan de reactivación económica de $4 mil millones que presentó el sector empresarial, no es un plan. “Lo presentado son medidas no integradas, dirigidas a reactivar empresas para garantizar maximizar ganancias. Carece de una visión de desarrollo nacional y social, al cual se integre la propuesta. Lo segundo, de las 47 propuestas los énfasis están en gestión, normas, organización y reducción de costos y trámites de los empresarios. Siendo así, sus efectos no tendrán un rol multiplicador significativo”, acotó.

“Somos del criterio que un plan de reactivación económica debe atender las desigualdades imperantes en nuestro país. Trabajar en una estrategia de desarrollo nacional y social incluyente, para avanzar hacia un desarrollo sostenible y equitativo. Romper con el economicismo centrado en el crecimiento exclusivamente del producto interno bruto, para caminar hacia el bienestar humano (desarrollo económico), a la vida digna. Un plan de recuperación económica demanda apoyar la estabilización de los medios de vida de las personas, las comunidades y las sociedades afectadas, acción de política económica que ha estado prácticamente ausente en los gobiernos neoliberales”, concluyó la economista.

Recientemente el Banco Mundial recomendó a Panamá mejorar su capital humano, las instituciones y el acceso a financiamiento para que su crecimiento económico en 2021 dé sus frutos. En una escala media debe trabajar en materia de conectividad y a menor escala ver las regulaciones laborales (y la participación femenina).

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