Sistema educativo y realidad laboral, una relación históricamente divorciada

Hoy existe un alto nivel de desocupación entre panameños con bajos niveles de instrucción formal y deficiencias formativas, con serias dificultades para insertarse en el mercado laboral, según el consultor laboral René Quevedo.

Una muestra de esta realidad, de acuerdo con Quevedo, fue el fenómeno evidenciado en las largas filas de la expo feria de empleo de Konzerta a finales de septiembre 2022, donde 25.000 solicitantes compitieron por 2.000 vacantes (empleos formales asalariados), de las cuales, según las estadísticas históricas del Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (Mitradel) en ferias de empleo, menos del 36% serán cubiertas.

Si bien el último informe del Mercado Laboral publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censo (Inec) es de abril 2022 y no se conocerá información oficial sobre empleo 18 meses después (30 de octubre 2023), el consultor laboral explicó que resulta evidente que los patrones de generación de empleo en la era pospandemia colocan un particular énfasis en la relación entre la escolaridad y la calidad del empleo, lo que representa un enorme reto para los jóvenes, agravando aún más las brechas sociales ya existentes.

El consultor laboral detalló que el 85% de los nuevos empleos formales requirió trabajadores con más de 13 años de escolaridad, al tiempo que dos tercios de los nuevos empleos informales solo demandaron 11 o menos años de instrucción formal. Todo esto aunado a que existen unos 159 mil beneficiarios del vale digital, es un reflejo de que la economía no está generando nuevos empleos sostenibles.

“Este hecho, sumado a las deficiencias educativas en la población en edad productiva, dificultan la transferencia del asistencialismo a la inclusión productiva”, sostuvo el consultor laboral.

Sumado a las cifras aportadas por el Inec, la encuesta de “Expectativas de empleo” de Manpower Group pronosticó que el 58% de los empleadores panameños espera incrementar sus planillas en el primer trimestre de 2023, con las áreas de salud, comunicación y tecnologías de la información liderando las proyecciones de contratación, principalmente en pequeñas empresas .

Para Quevedo, la encuesta de Manpower confirma la creciente tendencia entre escolaridad y calidad del empleo, ya que el promedio de escolaridad de la fuerza laboral panameña es de 11,7 años aprobados (Inec, abril 2022), pero las mayores expectativas de contratación están en sectores con exigencias superiores, como salud (14,6 años), comunicación (14,8) y tecnologías de la información (14,8), más aún, cuando el 64% de las empresas panameñas afirma tener dificultades para contratar personal calificado.

Estas cifras, dijo, son particularmente “relevantes”, dado el hecho de que en el primer año de pandemia, 3 de cada 4 empleos formales del sector privado desaparecieron o fueron suspendidos, y entre 2020 y 2021 la empresa privada perdió 407 mil puestos de trabajo; 4 de cada 5 trabajadores que perdieron sus fuentes de ingreso tenían 11 o menos años de escolaridad.

Todo este escenario, de acuerdo con el consultor laboral, se debe a que “el sistema educativo panameño ha estado históricamente divorciado de la realidad laboral del país y no ha servido como plataforma para la inclusión productiva de los jóvenes”.

Entre 2008 y 2018, Quevedo explicó que el Estado solo invirtió más de $15,5 mil millones en educación. El número de graduados en educación media aumentó 2%, sin embargo, los desertores en educación premedia y media aumentaron en 50%, mientras que la deserción en educación premedia y media aumentó de 54,5% (2004-2009) a 62,1% (2013-2018), un aumento de 7,6%.

A su vez, señaló que los jóvenes, quienes obtuvieron 1 de cada 4 nuevos empleos generados en la economía entre 2004 y 2008, solo se benefició 1 de cada 10 en los últimos 10 años (2008-2018) y 1 de cada 27 entre 2018 y 2019. En 2018 las universidades graduaron a 32.709 profesionales , pero solo 1.957 (menos del 6%) encontraron empleo en 2019.

Quevedo sostuvo que a este patrón hay que agregar que, producto de la pandemia, Panamá fue el país que más tiempo mantuvo sus escuelas cerradas en el mundo entero, lo cual hace presagiar aún mayores dificultades para la inserción laboral de los jóvenes en un futuro.

Por lo tanto, alertó que el “divorcio” entre el sector productivo y el sistema educativo se agrava en el entorno actual, en el cual la mayoría de los empleos que genera la economía son informales, lo que dificulta la identificación de patrones de demanda de competencias en las diferentes actividades económicas.

No obstante, los seis sectores que generan los dos tercios de los empleos privados en el país dejaron de ser atractivos para la inversión privada y solo están generando empleos informales, como son el comercio, construcción, logística, industria, hoteles y restaurantes, y otras actividades de servicios.

Entre 2012 y 2022, Quevedo detalló que el aumento del empleo informal relativo al incremento total en estos sectores, fue el siguiente: construcción 406%, comercio 123%, logística 115%, industria 99%, hoteles/restaurantes 99%, otros servicios 107%. Total 6 sectores en conjunto: 100%. Es decir, en la última década, la totalidad de la contribución laboral de estas actividades económicas, como bloque, fue informal.

La tendencia se agravó en 2022, año en el que Mitradel tramitó unos 20 mil nuevos contratos laborales mensuales (82% temporales), por debajo de los casi 32 mil promediados en 2019 (79% temporales), al tiempo que se generaron unos 10 mil nuevos informales mensuales (Inec) versus 3.079/mes el año prepandemia.

Quevedo recordó que de 101 mil empleos creados entre octubre de 2021 y abril de 2022, 60 mil fueron informales y 11.300 funcionarios, en conjunto representan 70% de la expansión del empleo. La economía en 2022 generó 37% menos empleos formales y más del triple de los informales que en el año prepandemia.

Para el consultor laboral la alta precariedad y temporalidad laboral son síntomas del deterioro del clima para la inversión privada en el país, particularmente en pequeñas empresas. 9 de cada 10 nuevos empleos informales generados mensualmente provienen de los seis sectores anteriormente citados.

“El escenario pospandemia está caracterizado por la pérdida de atractivo para la inversión privada de los sectores que generan la mayoría de los empleos, así como una importante brecha entre la oferta y demanda de competencias laborales, que está ocasionando, paradójicamente y de manera concurrente, un alto grado de desocupación en panameños con bajos niveles de escolaridad y un severo déficit de personal calificado”, concluyó Quevedo.