Construcción se desploma en Arraiján, Colón y otras áreas del interior

El valor de las construcciones particulares cayó 13.5 % entre enero y mayo de 2025, con descensos de hasta 76 % en Arraiján, mientras que Panamá capital mostró crecimiento

La industria de la construcción, históricamente uno de los motores del crecimiento económico de Panamá, continúa atravesando un periodo de contracción.

Según los Principales Indicadores Económicos Mensuales (PIEM) publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), el valor de las construcciones, adiciones y reparaciones particulares en el país disminuyó 13.5 % en los primeros cinco meses de 2025, en comparación con el mismo periodo de 2024.

Este descenso, medido a través de los permisos de construcción otorgados por diversos municipios del país, refleja una desaceleración sostenida en varios frentes, desde el área construida hasta la producción de insumos como el concreto premezclado y el cemento gris. Las cifras también revelan que esta caída no ha sido uniforme, sino que se ha profundizado en regiones clave del país.

Los datos del INEC revelan que la reducción más severa se registró en Arraiján, con una caída del 76.1 % en el valor de las construcciones particulares. Le sigue la provincia de Colón, con una disminución del 31.7 %, y los distritos agrupados de Aguadulce, Chitré, David, La Chorrera y Santiago, que en conjunto experimentaron una baja del 53.7 %.

En términos de área construida, la situación es aún más crítica. El informe señala una caída del 27.0 % a nivel nacional, pero en Arraiján este desplome alcanza el 78.5 %, mientras que en Colón es de 82.1 % y en los distritos del interior 53.0 %.

A contracorriente del panorama general, el distrito de Panamá fue el único que reportó un comportamiento positivo en todos los indicadores clave del sector. El valor de las construcciones particulares subió 14.8 %, y el área total de construcción creció en un notable 36.1 %.

Este desempeño puede estar relacionado con proyectos inmobiliarios de mediana y gran escala en sectores residenciales y comerciales de la ciudad capital, así como con la centralización de la inversión privada en la zona metropolitana.

El comportamiento contractivo del sector también se refleja en la producción de materiales de construcción. De enero a mayo de 2025, la producción de concreto premezclado cayó 20.0 %, mientras que la producción de cemento gris descendió 5.3 %, y sus ventas bajaron 12.7 %.

Estas cifras consolidan una tendencia que se venía observando desde el segundo semestre de 2024, y que podría estar vinculada a varios factores: menor inversión privada, encarecimiento de materiales, incertidumbre económica, y lentitud en la aprobación de proyectos municipales y estatales.

Si se compara con el mismo periodo de 2023, los datos de 2024 ya mostraban un fuerte retroceso. El valor total de las construcciones particulares había disminuido 30.3 %, confirmando que la recuperación pospandemia perdió fuerza.

A pesar de que en 2023 hubo un “rebote” con incrementos significativos tras dos años de pandemia, 2024 y 2025 marcan una etapa de desaceleración que aún no se ha revertido. Aunque el distrito de Panamá se mantiene como enclave activo, no compensa las caídas registradas en el resto del país.

Para muchos analistas, el comportamiento del sector construcción es un termómetro de la economía nacional. Las variaciones en permisos, áreas construidas y consumo de materiales tienen un efecto directo en la generación de empleo, la demanda de servicios financieros y el dinamismo de múltiples industrias.

Ante este escenario, expertos señalan la necesidad de reactivar la inversión pública y privada, agilizar trámites municipales, y revisar los incentivos fiscales para el desarrollo de proyectos habitacionales, sobre todo fuera del área metropolitana.

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