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- 02/12/2019 00:00
Durante su participación en el foro de Transparencia para la Competitividad, Arturo Carvajal, asesor de empresas en gobierno corporativo, expresó que ante las constantes actividades sobre corrupción dentro del sector corporativo, las empresas deben visualizar el liderazgo ético como una herramienta que no esté basada en imposición, sino como iniciativa propia para contribuir en la reducción de estos actos que perjudican a la sociedad y al crecimiento de un país.
Aquellos que están relacionados con revisiones de las malas conductas, evaluación de los riesgos de manera continua, políticas internas, programas de cumplimiento de los socios de negocio y capacitación en materia de ética empresarial y corrupción.
El tema debe ser visto no por imposición, sino por iniciativa propia de todas las empresas. Hay que saber que la ética empresarial es un mecanismo de prevención de la corrupción.
Que toda empresa pueda entender primero que es la ley orgánica, ya que en ella están todos los lineamientos para establecer un régimen administrativo. Sin embargo, en muchos casos se ha tenido que replantear la propia ley, porque no muchas veces el concepto de ética que las empresas buscan puede estar establecido en la norma.
El obstáculo son las propias personas. Hay situaciones en que se han detectado actos de corrupción donde los señalados mencionan que para ellos esas acciones no son irregulares, sino más bien una situación aceptada. Esto se da mucho porque las personas toman la excusa de actos realizados por otros sectores del que toman ejemplos para realizar, esto es muy típico de los países de Latinoamérica.
Que es compleja, intangible y muy difícil de aterrizarlo. Esto es un concepto que se debe saber liderar y saber darle forma, a través de las personas.
Sí. El caso Siemens 2006 de España fue un claro ejemplo. Luego de los actos de corrupción empresarial que ejecutaron por 2,500 millones de euros ($2,754 millones), la compañía comenzó a reflexionar y a realizar actos de cooperación por medio de pagos que habían robado. Ellos se comprometieron con las prácticas éticas y competir únicamente sobre la venta de sus productos y servicios. Los métodos de posicionamiento y competitividad los hicieron visualizar de manera positiva resultados financieros, que se dieron por la confianza que pudieron recuperar ante la sociedad.
Regulación de la figura del delator en procesos penales, la adecuación de la doble contabilidad, detección de cuentas ocultas y los pagos no registrados.