El nuevo desorden mundial

CHILE. Los últimos meses han sido el período de las retractaciones, del “ups, estaba equivocado” y de Alan Greenspan confesando que hab...

CHILE. Los últimos meses han sido el período de las retractaciones, del “ups, estaba equivocado” y de Alan Greenspan confesando que había fallas en su ideología de mercado.

La crisis ha obligado a los economistas y las autoridades económicas a dejar atrás los dogmas y a abrirse a medidas poco ortodoxas, iniciando una era en que los consensos parecen haber desaparecido. Lo único común que va quedando entre los economistas es justamente su inacabable capacidad de debatir y profundizar la incertidumbre con discusiones que pueden alcanzar ribetes de rencillas personales.

Frente a esta realidad hay debates que los pensadores económicos realizan hoy para descifrar el mañana. Por eso, América Economía adelanta un manual de consulta para entender el mundo postcrisis.

INFLACIÓN Y DEFLACIÓN

Hace algunos meses el temor principal entre los economistas estaba más del lado de una deflación global, o sea, baja generalizada en los sueldos y precios. Y no en la inflación, que es el efecto contrario.

“A corto plazo las tasas de los bonos están indicando expectativas de inflación levemente mayor en Estados Unidos que el presente, pero no creo que veamos tasas de dos dígitos como a mediados de los 70 y 80, por la enorme capacidad productiva aún ociosa”, dice Peter Lannigan, ex operador de mercados y ahora asesor independiente sobre mercados emergentes en New Jersey. 

Por otra parte, esperemos mucho debate sobre si será bueno buscar a propósito un nivel mayor de inflación para así ayudar a los sectores públicos y privados a salir de sus altos compromisos de deuda por medio de un default disfrazado.

UN NUEVO DÓLAR

La inestabilidad de la economía de EEUU y del valor de su moneda, plantean la pregunta: ¿llegó la hora del fin del dólar como reserva mundial de valor o divisa para el comercio global? China no está contenta con las masivas recompras de deuda del gobierno estadounidense con dinero recién emitido, ya que el valor real de los billones en bonos del tesoro que tiene en sus reservas baja. Y Brasil se suma a los llamados de China y Rusia clamando por una nueva moneda para el comercio global.

Puede ser que dentro de 15 años el dólar haya perdido su sitial en el comercio mundial o como reserva de valor, pero en el corto plazo, olvídelo. “Lo que es sorprendente desde el punto de vista clásico es que justamente el país que más problemas tuvo haya visto una apreciación de su moneda”, comenta Juan Pablo Nicolini, economista y rector de la Universidad Torcuato di Tella en Buenos Aires.

SUBIDA DEL PETRÓLEO

Donde se comienza a ver ya algo de preocupación es en la reciente alza en el precio del petróleo, que superó la barrera de los $ 70 el barril, a pesar de la recesión mundial. Bueno, prepárese, porque seguramente vendrán más alzas.

“La reciente baja en los precios de los commodities fue completamente cíclica, pero los factores que explican el alza del año pasado todavía están en pie”, comenta la economista Carola Moreno, analista de la filial chilena del banco español BBVA. Aparentemente, en este tema no hay mucho espacio de debate. De que la tendencia a largo plazo será al alza parece innegable.

REGULACIÓN

Más allá de cuánta regulación es buena, “lo que ha quedado comprobado con la crisis es que no hubo supervisión suficiente en el pasado”, comenta Allen Berger, profesor de la Moore Business School.  

Lo bueno, es que hemos dejado atrás la necesidad imperiosa de regular aceleradamente, lo que de seguro habría tenido malos resultados. Sí veremos cambios en la operatoria de los mercados de derivados y cambios muy específicos en los niveles de liquidez requeridos a los bancos, lo cual, según Bernal, de Bulltick, llevará a menos espacio para apostar por los bancos y por lo tanto menores retornos sobre el patrimonio, lo que reporta menores utilidades, lo que se traduce en menores salarios. O sea, fin al debate de salarios desmedidos. Y un fuerte incentivo para que en 10 años el llamado sea a desregular. 

Pero por el momento, las presiones por mayor regulación provendrán principalmente de Europa que de Estados Unidos.

ROL DEL ESTADO

Una cosa es la ideología, otra cosa es la necesidad. Hay que hacer diferencias y no poner en el mismo saco a un Estados Unidos tomando el control de GM o Citi, con una Venezuela interviniendo una empresa local para promover el socialismo del siglo XXI.

“El debate estará por varios años ahí”, comenta Nicolini, de la Universidad Torcuato di Tella. Veníamos de varias décadas que apuntaban a un Estado poco interventor en la producción, y que intervenía un poco en la regulación y asistencia social. La crisis generó la sensación que es importante que el Estado ocupe lugares tanto en la producción de servicios como de bienes.

Esta discusión tendrá una influencia directa en América Latina porque justo ahora estamos viendo el debate entre dos visiones. Por un lado, Brasil, Uruguay y Chile, países con gobiernos de centroizquierda con un Estado que se preocupa de lo social, pero que dejan al capital privado preocuparse de lo demás, y Venezuela, Bolivia y Argentina, en que el Estado está avanzando a tomar prácticamente todas las decisiones de la sociedad.

BANCO CENTRAL

¿Qué le pediremos a los bancos centrales? Gran parte de los bancos centrales dirigen la política monetaria con el fin rector de alcanzar una meta de inflación baja. Pero no son pocos, como Martin Wolf, columnista del Financial Times , que en el pasado declaraba su simpatía por el “santo grial” de las metas inflacionarias, y que hoy señalan que se viene un tiempo de “diseñar un nuevo acercamiento a la política monetaria”. Por lo pronto, la discusión está en si los bancos centrales deberán incluir metas de crecimiento o la búsqueda del pleno empleo, y si también deberán evitar la inflación de los activos que son los que nos conducen a las burbujas.

SOLVENCIA

Las alarmas sonaron fuerte cuando Standard & Poor’s dijo que el Reino Unido podría perder su calificación de AAA, la más alta, por los montos involucrados en sus paquetes de rescate. Más allá de lo vilipendiadas que han estado las calificadoras por su rol en la crisis subprime, pronto muchos economistas empezaron a especular que EEUU también podría perder su calificación AAA. ¿Un default de Estados Unidos está en camino?

Alto ahí señores. Pese a lo interesante que resulta el ejercicio teórico, ésa es una posibilidad remota. De que los países desarrollados deberán tratar de limitar el gasto público, no hay duda, pero no es que EEUU pase a grado basura (hay 10 grados entre AAA y BB+, cuando un bono deja de ser investment grade). Y segundo, de que el país tendrá que elevar los impuestos (o como ya dijimos, aguantar más inflación) parece una seguridad. Pero ¿ default ? No por ahora.

¿CUÁNDO VOLVER A PONER EL FRENO?

Los paquetes de estímulo contracíclicos no pueden ser para siempre. Entonces, dejarían de ser contracíclicos. El problema es cuándo hay que empezar a restringirlos, especialmente en los países en desarrollo y emergentes, sin correr el riesgo de caer en otra recesión. Hay que recordar que Estados Unidos volvió a caer en recesión en 1937 cuando Roosevelt tuvo que dejar los paquetes de estímulo del New Deal. Lo que salvó a ese gobierno fue el comienzo de la Segunda Guerra Mundial. El riesgo, no obstante, de estirar los paquetes más allá de los apropiado es la posible generación de nuevas burbujas al mantener artificialmente condiciones para el crédito más amplias de lo que la economía requiere.

DINERO DEL BIENESTAR

Brasil marcó la pauta en esto. Le siguieron Colombia y México y algo en Chile. Los buenos resultados de los últimos años llevaron a algunos gobiernos de la región a ponerse al día en planes y programas de apoyo social. La dimensión de estos programas están aún muy lejos de los niveles de gastos. Pero en algo se ha avanzado.

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