Panameños gastan $516,6 millones en
3 meses en máquinas tragamonedas

  • 18/06/2025 00:00
Economistas reconocen los aportes al fisco, pero destacan que se necesita planificación y no caer en prácticas predatorias que toman el dinero de población vulnerable que ve en el juego una alternativa para mejorar su situación

En los primeros cuatro meses del año, los panameños gastaron $276,4 millones en billetes de lotería y en el primer trimestre $516,6 millones en máquinas tragamonedas, de acuerdo con cifras de la Contraloría General de la República. Las cifras representan un aumento de 0,5 % en la lotería y 6,7 % en las máquinas tragamonedas comparados con el mismo periodo del año pasado.

Además, se registraron apuestas entre enero y marzo en el hipódromo por 7,2 millones de dólares; en las salas de bingo por 1,5 millones; en mesas de juego por 34,9 millones; salas de eventos deportivos por 4,4 millones; juegos por internet por 106 millones, y juegos instantáneos por 724.000 dólares.

“Todo lo que tiene que ver con los juegos de suerte y azar son actividades económicas que están incluidas dentro del producto interno bruto. Significa que aportan a la economía, como aporta también la producción agropecuaria, la producción industrial y los servicios. Son actividades que generan impuestos nacionales”, destacó el economista Olmedo Estrada. “Este año ha habido un crecimiento importante en ese sector. Eso significa que los aportes que se están dando están contribuyendo a que la economía tenga un desempeño eficiente,” resaltó.

Arma de doble filo

Pero los juegos de azar pueden también ser un arma de doble filo, de acuerdo con expertos consultados. Por un lado, aportan al Tesoro Nacional a través del pago de impuestos, pero por otro pueden actuar de forma predatoria en comunidades y población vulnerable.

“Desde el punto de vista de ingresos fiscales para el Estado, indudablemente es positivo que vayas creciendo, ya que eso aporta una cantidad de dinero importante a las finanzas públicas y ayuda, en parte, a resolver el complicado escenario fiscal que tiene el Gobierno en este momento”, manifestó el expresidente del Colegio Nacional de Economista, Raúl Moreira. “El otro mensaje es peligroso. Por una parte estimula la ludopatía entre la población y por la otra también puede reflejar una muestra de la desesperación de personas de bajos ingresos que, buscando cómo salvarse y generar ingresos adicionales a los pocos recursos con que cuentan, compran lotería o utilizan las máquinas tragamonedas”, añadió.

Planificación

El aporte al Estado es millonario, pero solo es una fracción de las ganancias de casinos y otros operadores de juegos de azar. De acuerdo con el último informe de la Dirección General de Ingresos (DGI), entre enero y abril se recaudaron 17,9 millones de dólares en impuesto selectivo al consumo (ISC) para los juegos de azar. La Lotería, por su parte, aportó 39,1 millones de dólares al fisco. En el mismo período de 2024, se reportaron 814,8 millones de dólares en apuestas de hipódromo, salas de bingo, mesas de juego, máquinas tragamonedas tipo A, salas de apuestas de eventos deportivos, juegos de suerte y azar a través de internet, juegos de azar y suerte instantáneos. Además de 275 millones de dólares en venta de lotería. En un período de cuatro meses, los panameños gastaron más de mil millones de dólares entre billetes de lotería y otros juegos de azar.

“No se trata solamente de recoger dinero. El Estado debe planificar y establecer estrategias. ¿De qué me sirve que pongan un casino en medio de Río Abajo, donde la gente que gana salario mínimo o menos deje parte de su plata? Luego el Estado dice que tiene plata producto de los juegos para darles a los niños pobres. Si ya a los niños pobres les quitan la plata por poner un casino en Río Abajo”, arguyó el economista Felipe Argote. “Por eso los países civilizados establecen lugares específicos donde la gente tiene derecho a jugar al casino si les da la gana. Si tú tienes el juego de azar en lugares turísticos en donde la gente que quiere jugar juega. Y si alguien quiere coger un bus y bajarse ahí y gastar su plata, ese es su derecho. Pero tú no vas a los barrios pobres adonde la gente en su desesperación esté jugando casino para poder resolver sus problemas”, puntualizó.

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