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¿Lograrán fabricar nuevos líderes mundiales en una impresora 3-D en Suiza?
- 18/01/2017 01:00
En los próximos días participarán en Suiza cerca de 3,000 líderes políticos y económicos en la Reunión Anual del Foro Económico Mundial (WEF) en Davos, cuyo tema central es el Liderazgo Responsable y Receptivo. La pasada edición de la Reunión Anual del Foro Económico Mundial se centró en lo que Schwab, fundador del WEF, ha denominado la Cuarta Revolución Industrial: la redefinición de industrias enteras a partir de avances tecnológicos sin precedentes. La Cuarta Revolución Industrial es considerada la era del internet de las cosas para facilitar la vida de la gente, caracterizada por nuevos modelos de negocios basados en el big data, impresoras 3-D capaces de fabricar cualquier cosa y muchísimos nuevos productos y servicios basados en la innovación. Sin embargo, estos avances tecnológicos van más rápidos que los procesos de cambio de los líderes, gerentes y profesionales.
Hace un año, Schwab se refería a la necesidad del desarrollo de ‘aptitudes sociales emocionales' como una de las condiciones fundamentales para los líderes de la Cuarta Revolución Industrial. Cuando nos referimos a liderazgo responsable, el mismo está orientado a mirar más allá de nuestros propios intereses y atender los intereses de nuestra sociedad global. Por su parte cuando usamos el término de liderazgo receptivo nos referimos principalmente a la capacidad de escucha activa y, es evidente que el entorno actual requiere una destreza particular para lograr relacionarse con las personas y tener un buen manejo de la problemática social, política y ambiental que rodea al negocio y a la sociedad en general. Por más tecnología, robótica y automatización que exista, seguiremos interactuando entre personas.
Schwab plantea que la realidad económica, social y política obliga a los líderes políticos y económicos a tener que demostrar a los ciudadanos que todos pueden beneficiarse en esta sociedad, y les fuerza a responder, escuchar e interactuar con las personas que le han encomendado el liderazgo. Esto es la base para poder desarrollar relaciones de confianza entre los distintos actores de la sociedad.
LOS NUEVOS LÍDERES DEBERÁN FORTALECER SU INTELIGENCIA EMOCIONAL, SER HUMANOS, SER SENSIBLES POR LOS INTERESES DE LOS DEMÁS, BASAR SUS ACTUACIONES Y SU CAPACIDAD DE COMUNICACIÓN EN VALORES QUE LOGREN CONSTRUIR VALOR SOCIAL QUE BENEFICIEN A LA SOCIEDAD Y, SOBRE TODO, DESARROLLAR RELACIONES TRANSPARENTES CON TODOS LOS ACTORES DE LA SOCIEDAD.
En la Cuarta Revolución Industrial, las nuevas empresas, como ya estamos viendo actualmente, se enfocarán más en encontrar valor al resolver las necesidades de las personas. El éxito de muchos de los nuevos modelos de negocio está basado en enfocarse en satisfacer las necesidades de los individuos y esto requiere a la vez más y mejores líderes.
Los Líderes no nacen, se hacen, pero evidentemente no habrá impresoras 3-D que fabriquen los líderes que necesitamos para poder impulsar el progreso económico, y cerrar la brecha social que existe en muchos países.
Hay múltiples acontecimientos recientes, tanto en el mundo político, como empresarial que evidencian la necesidad de un liderazgo sensible y receptivo que promueva una gestión responsable orientada a los intereses de las personas. Para ello es necesario profundizar en la integridad a través de prácticas y comportamiento éticos que promuevan comunicación responsable, un diálogo abierto y transparente que permita reconstruir la confianza que se ha perdido entre los distintos actores e instituciones en muchos países.
El título Liderazgo Responsable y Receptivo del Foro Económico Mundial que se está desarrollando esta semana en Davos debe llenarnos de inmenso optimismo. Los planteamientos y conclusiones que surjan serán materia de análisis obligada para promover la toma de conciencia de la gran oportunidad y necesidad que tenemos para empoderar a la ciudadanía con esfuerzos sostenidos para profundizar en la capacidad de análisis individual y que los ciudadanos puedan tener libertad de pensamiento, de expresión y de acción.
Los nuevos líderes deberán fortalecer su inteligencia emocional, ser humanos, ser sensibles por los intereses de los demás, basar sus actuaciones y su capacidad de comunicación en valores que logren construir valor social que beneficien a la sociedad y, sobre todo, los nuevos líderes deberán desarrollar relaciones entusiastas, claras y transparentes de forma multidireccional con todos los actores de la sociedad.
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