
- 01/07/2025 12:45
Panamá, por segundo año consecutivo, fue seleccionada como sede para la 103ª Reunión de la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT), que se celebrará del 1 al 5 de septiembre próximo, informó este martes, 1 de julio, la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP) a través de un comunicado de prensa.
El evento reunirá a representantes de 20 países, más de una decena de organizaciones no gubernamentales, 250 observadores presenciales y al menos 200 participantes conectados de manera virtual. El enfoque central será la conservación marina y la gestión sostenible de las pesquerías en el Océano Pacífico oriental.
El año pasado, Panamá también acogió la 102ª Reunión de la CIAT, donde se discutieron y adoptaron medidas cruciales para la conservación y ordenación de los atunes tropicales y especies asociadas como delfines, tortugas y tiburones. Las decisiones tomadas entonces buscan asegurar la sostenibilidad de las pesquerías en la región y tendrán vigencia por un período de dos años.
La Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT), conocida por sus siglas en español y en inglés como Inter-American Tropical Tuna Commission (IATTC), es una organización regional de manejo pesquero establecida en 1949 mediante la Convención de Antigua. Inicialmente firmada por Estados Unidos y Costa Rica, hoy la integran más de 20 países miembros, entre ellos México, Perú, Ecuador, Colombia y la Unión Europea.
Entre sus objetivos estratégicos está garantizar que las poblaciones de atunes —como el atún aleta amarilla, barrilete y patudo— se mantengan en niveles saludables, mediante la regulación responsable de la pesca. Esto incluye el establecimiento de cuotas, vedas y el monitoreo estricto de las flotas pesqueras. La CIAT también trabaja activamente en la protección del ecosistema marino y en minimizar el impacto sobre especies no objetivo, como tortugas, tiburones, delfines y aves marinas.
Además, la organización promueve la investigación científica para recolectar y analizar datos sobre capturas, esfuerzo pesquero y condiciones oceanográficas, lo que permite tomar decisiones basadas en evidencia. La CIAT vela por el cumplimiento estricto de las normas por parte de los países miembros, apoyándose en sistemas de observadores a bordo, informes técnicos y la aplicación de sanciones cuando sea necesario.
La labor de la CIAT es clave para evitar la sobrepesca en una de las zonas más productivas del mundo, proteger especies vulnerables como los delfines, promover la pesca sostenible y garantizar la cooperación internacional en la gestión de recursos compartidos.
Un ejemplo concreto del impacto de esta organización es el exitoso programa de observadores a bordo que permitió reducir drásticamente la captura incidental de delfines en la pesca con redes de cerco. Esta iniciativa es hoy un referente mundial en la conservación marina.