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- 05/10/2023 00:00
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En casi todos los países existen ya legislaciones y una gran cantidad de obligaciones relacionadas con el tratamiento de datos personales.
Aunque estas normas pueden acarrear muchos principios, obligaciones y requisitos para la comunidad en general, también juega un rol importante para quienes administran propiedades horizontales (PH).
Ignacio Alfaro Marín, presidente de la junta directiva de la Asociación Costarricense de Administración de Condominio (Asocondo), explicó a este medio que lo primero que hay que entender es que entre la administración de PH y el tratamiento de datos de los propietarios siempre habrá una relación.
Al ser un proceso inevitable, Marín cree relevante que las administraciones de PH deben capacitarse para saber qué es lo que estrictamente harán con esos datos, tomando en cuenta que ahora hay una gran cantidad de aplicaciones, plataformas y dispositivos que están captando datos biométricos y no necesariamente todas las copropiedades o PH tienen las normativas, los mecanismos y conocimientos para saber que manejan un recurso que les pertenece a los propietarios, como son sus datos personales.

“Así como tenemos un cuidado estricto con nuestro dinero, ¿por qué vamos a permitir que haya poco cuidado en el manejo de los datos? Hay que tener el mismo cuidado y las mismas preocupaciones. Tal vez no es el dinero ni los datos del administrador del PH, pero son los datos de un tercero”, manifestó.
Para el presidente de Asocondo, se debe dar una gran discusión sobre estos temas con las personas, porque actualmente existen dos bandos.
Por un lado, dijo, están aquellos que tienen una preocupación excesiva hacia sus datos personales que haría imposible comunicarse con ellos. Pero también existen otros que desprecian o menosprecian el derecho a preservar su información personal. Por ejemplo, explicó que “lastimosamente todavía tenemos la conductas de dar nuestros datos en cualquier lado si nos lo piden. No preguntamos para qué los van a usar o a quién se los estoy dando, y mucho menos las personas que me los están pidiendo me informan”.
Marín recalcó que “no se puede ignorar el derecho que como personas tenemos con nuestros datos personales, porque eso de alguna manera nos genera protección”. Subrayó que “todavía nos hace falta incorporar en nuestra vida diaria esa preocupación constante por nuestros datos personales, como la que tuviéramos con nuestro dinero”.
Hay algunos países que tienen un camino recorrido en la protección de datos, como es el caso de Europa que cuenta con normativas que ya no son meras recomendaciones, sino reglamentos obligatorios por los miembros de la Unión Europea, explicó el presidente de Asocondo.
Estas decisiones, agregó, han permeado a que otros países las repliquen, y que al final se convierten en una fuente de aprendizaje de las experiencias que han logrado, como es el caso de España, que con la Autoridad de Protección de Datos creó una guía de 35 páginas para la protección y el tratamiento de datos en los administradores de PH.
Otro caso que citó fue la Ley de Protección de datos de Panamá que brinda la posibilidad de que exista un oficial de protección de datos encargado de fiscalizar que esas obligaciones realmente funcionen y se cumplan, así como obliga a los administradores de PH a realizar protocolos para la gestión de datos personales.
En comparación con las de España y Panamá, Marín confesó que la legislación de Costa Rica tiene el defecto de estar más orientada a quienes ejercen el negocio del tratamiento de datos y menos en la perspectiva de las personas. Inclusive reveló que la normativa excluye de las obligaciones de protección las bases de datos de uso doméstico o internas.
De acuerdo con el presidente de Asocondo, los países tienen que aprender de las lecciones de otras comunidades o administradores de datos, para evaluar cómo pueden mejorar.
Aunque en América Latina los avances en materia de protección de datos han sido “disparejos”, Marín defendió que el objetivo sigue siendo el mismo. “Los países se han estado encaminando en un mismo horizonte de protección de datos. Ahora es inevitable que tengan que trabajar en conjunto, porque este tipo de servicios ya no es exclusivo de un solo país”, reflexionó.