Decenas de famosos alabaron este lunes el estilo de los dandis negros y lucieron conjuntos de sastrería extravagantes en su honor en el preludio de la...
Recomiendan a Panamá encaminarse a una producción de arroz más sostenible
- 06/10/2023 00:00

Panamá es uno de los países con mayor consumo per cápita de arroz en América Latina, con aproximadamente 70 kg al año por persona.
Sin embargo, su superficie cultivada es de 88.000 hectáreas y un rendimiento de 100 quintales por hectárea.
La mayor parte de esa producción se realiza en secano (88%), es decir, depende del agua de lluvia para llevar adelante cada cosecha.
Para los expertos, este escenario representa un gran desafío para el país, en medio de una crisis climática con el fenómeno de El Niño, que ha disminuido la presencia de lluvia.
Nunzio Girnaldo, presidente de la empresa Conagro Semillas (Grupo Agrosilos), recalcó que con la siembra de 88.000 hectáreas y un rendimiento de 100 quintales por hectárea, “no seguimos siendo autosuficientes”.
Una solución viable que ve es que la producción se base más en una siembra por hectárea. “De esta forma podemos ser autosuficientes porque el arrocero puede ser más competitivo y rentable, con el tiempo que se requiere”, dijo.
Eduardo Graterol, director ejecutivo del Fondo Latinoamericano para Arroz de Riego (Flar), explicó que pese al escenario hay una oportunidad para Panamá y la región, no solo para que sean autosuficientes en la producción de arroz con variedades de mayor potencial, sino también para incrementar el volumen disponible de alimentos, a través de mejores prácticas agronómicas, como el riego.
Para Graterol es relevante el tema en momentos en que está en proceso la desgravación arancelaria gradual para la importación a Panamá de arroz de Estados Unidos, por medio del tratado de libre comercio con ese país, lo que hace necesario que haya una mejor competitividad de la producción local, con calidad y precio accesible para los consumidores.
Desde la investigación y la tecnología, confesó que es posible aumentar la productividad del cultivo del secano, al igual que en el sistema de riego.
Por ejemplo, mencionó que el Programa de Agronomía del Flar, que fue trabajado con arroceros panameños, demostró aumentos promedio en campos comerciales entre un 20% y 30% del rendimiento, con una reducción de costo entre el 10% y 20%.
Los resultados se dieron tras el uso de semillas certificadas, prácticas sostenibles de adecuación de suelos, manejo preciso de la fertilización, el manejo de malezas y el monitoreo de plagas y enfermedades, así como el manejo racional del agua.
El programa demostró esas posibilidades de incrementar los rendimientos y reducir los costos de producción. Queremos que tenga alcance nacional”, confesó el director ejecutivo del Flar.
También agregó que dentro de las 100 variedades de arroz que ha liberado Flar en América Latina, 17 se han enviado a Panamá, en un trabajo conjunto con la Universidad de Panamá y el Instituto de Innovación Agropecuaria de Panamá y Agrosemillas.
Graterol indicó que el país cuenta con un número importante de arroceros, pero la mayoría son pequeños, que requieren de la asistencia técnica, distribución de semillas mejoradas y tecnología. Cree que con el programa que han desarrollado desde Flar pueden alcanzar la mayor cantidad de productores posibles para ayudarlos.
Este proceso es importante desde el punto de vista de Girnaldo, quien manifestó que para lograr que Panamá sea “autosuficiente” es necesario que, por un lado, los arroceros se unan para lograr ese objetivo, pero por otro lado, se necesita de las alianzas con organismos como Flar, quienes son los que trabajan en el mejoramiento genético y suministran materiales, que se pueden adaptar a los requerimientos y necesidades de la producción del país. “Este puede ser el inicio para poder tener mejor productividad y ser más eficiente”, puntualizó.
El presidente de Grupo Agrosilos reconoció que Panamá tiene grandes retos, pero ha logrado avances. Entre esos, agregó, se encuentran las inversiones realizadas en la agroindustria, el aumento de la capacidad de almacenamiento y la logística. Sin embargo, aclaró que todavía hay grandes desafíos en la parte agrícola, que se deben seguir mejorando.
“Al final lo que se quiere es producir más con menos, que es a donde queremos llegar. Solo con este proceso realmente vamos a ser competitivos y ser autosuficientes”, comentó Girnaldo.
El director ejecutivo de Flar sostuvo que las oportunidades dentro de la industria agropecuaria se encuentran en un entorno complejo, no solo en Panamá, sino en todo el mundo, porque se habla de crisis climática y suelos degradados.
Añadió que está convencido de que la ciencia y tecnología pueden ofrecer soluciones, pero aclaró que se necesitará de otras buenas prácticas, decisiones políticas y sociales para así lograr un impacto en la producción de los alimentos.
“Panamá está con los mismos desafíos que los de la región. La buena noticia es que cuenta con una alianza público-privada poderosa, y eso es bueno. Es un país que ha demostrado que es de esa manera como se pueden solucionar los grandes problemas para poder innovar. No cabe duda que tiene un gran potencial para crecer en producción”, concluyó Graterol.