Líderes afinan una voz ante crisis

PANAMÁ. Hablar de la integración centroamericana es un tema muy complicado, porque se enfrentan muchos intereses comerciales extrarregi...

PANAMÁ. Hablar de la integración centroamericana es un tema muy complicado, porque se enfrentan muchos intereses comerciales extrarregionales. El tema aduanero, por ejemplo, que mantiene en “tira y jala” a los negociadores de la región, porque han negociado a lo largo del tiempo un mismo producto con aranceles diferentes, dependiendo del país.

La semana pasada, Alicia Bárcenas, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL), afirmó que “estamos frente a procesos fundacionales o refundacionales que van más allá de los límites de la región, principalmente hacia el Cono Sur”. Ella se refería a acuerdos comerciales como el ALBA y el MERCOSUR, que para analistas consultados en San Pedro Sula por La Estrella “son procesos que están agonizando, pero aún no han muerto, corresponderá a las autoridades mantener su vigencia o lanzarlos al olvido para el fortalecimiento de la región”.

El tema fue ampliado en el seminario de “Integración Centroamericana” desarrollado en San Pedro Sula, Honduras. Uno de sus expositores, Agustín Espinoza, director de la Oficina de representación de la Secretaría Iberoamericana en Brasil y Bolivia, apuntó que los retos para concretar el proceso de integración son muchos.

En primera instancia se deben definir los objetivos primordiales del proceso, que según los mandatarios reunidos en

la última asamblea del Sistema de Integración Económica (SICA), a corto plazo, son enfrentar la crisis económica y concretar el Tratado de Esquipulas III, que entre otras cosas, persigue la cohesión social de los pueblos centroamericanos.

La integración camina, pero a un paso muy lento, es un proceso que sin concretarse significó en el 2007, 5.2 mil millones de dólares en comercio intrarregional y fomentó 45 millones de empleos.

Rony Abiu, del Programa de Apoyo a la Integración Regional Centroamericana (PAIRCA) agregó que es necesario fortalecer el marco jurídico de la región y el sistema de institucionalidad de los gobiernos, aunque en este punto, difiere Edmundo Orellana, ministro de Relaciones Exteriores de Honduras, quien apuntó que el fortalecimiento de la institucionalidad de la región y la credibilidad extrarregional fungieron de base para que Argentina e Italia pidieran al SICA convertirse en observadores de los procesos democráticos de la región.

Hablando del PAIRCA, solamente en los últimos 4 años ha invertido más de $25 millones en Centroamérica para apoyar la Unión Aduanera de la región. Pese a sus aportes, en este tema y otros, cerrará sus puertas el próximo 31 de diciembre, aunque no se descarta que se inicie el PAIRCA II en septiembre de 2009.

Una agenda pública y voluntad política es lo que necesita la región para concretar la integración, principalmente en momentos en que la crisis asomará sus narices en la región en el primer semestre de 2009.

Sobre este tema, Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, aunque no estuvo presente en la cumbre de SICA, los representes de su país leyeron sus planteamientos, donde este señalaba que “en momentos como el actual, es más evidente la necesidad de que nos integremos. La diversificación de nuestro comercio e inversiones aumenta nuestra capacidad de enfrentar las secuelas de la crisis”. Persiguiendo este objetivo, convocó para

el 16 y 17 de diciembre la Cumbre de América Latina y el Caribe en el estado de Bahía, donde será la primera ocasión que los líderes se reúnan alrededor de una agenda común, dictada por nuestros intereses específicos, y bajo una perspectiva latinoamericana y caribeña.

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