Capriles demanda suspender proclamación de Maduro

El Consejo Nacional Electoral, entidad cercana al chavismo, se aprestaba el lunes a certificar la victoria presidencial del oficialista...

El Consejo Nacional Electoral, entidad cercana al chavismo, se aprestaba el lunes a certificar la victoria presidencial del oficialista Nicolás Maduro, quien había sido elegido como sucesor por el propio Hugo Chávez, e ignoraba por el momento las demandas de la oposición para que se haga un recuento total de los votos.

El candidato opositor Henrique Capriles dijo el lunes que solicitó formalmente al Consejo Nacional Electoral (CNE) suspender el acto de proclamación y señaló que si Maduro acepta ser declarado triunfador, como se prevé que ocurra más tarde, será un presidente "ilegitimo" y "espurio".

También dijo que el país entró en una crisis que sólo podrá resolverse con el recuento de la totalidad de los votos.

Según el único boletín oficial ofrecido hasta ahora por el Consejo Nacional Electoral, con el 99,12% de los votos escrutados Maduro consiguió 7.505.338 votos, o 50.66%, y Capriles obtuvo 7.270.403, o 49.071%.

La diferencia fue pírrica: con unos 235.000 votos de un total de unos 14,8 millones de sufragios emitidos.

El Consejo Electoral no se había pronunciado sobre la petición del recuento, aunque uno de sus cinco miembros lo pidió desde la noche.

Pero la presidente del organismo independiente, Tibisay Lucena, dijo la noche del domingo al anunciar los resultados electorales que el resultado era "irreversible" al tiempo que la oficina de prensa de la entidad dijo que la victoria de Maduro sería "proclamada" más tarde el lunes. La televisión estatal pidió a los simpatizantes del gobierno a unirse a Maduro en un evento que será celebrado en una plaza pública.

Maduro, que apenas concluyó el anuncio de los resultados ofreció frente a sus simpatizantes un discurso de victoria desde un balcón de la casa de gobierno, dijo que no tenía problemas en que se abriera el 100% de las cajas y que se hiciera una auditoría, aunque no mencionó la posibilidad de recuento de cada uno de los votos.

Sin embargo, su jefe de campaña, Jorge Rodriguez, señaló que la actitud del aspirante opositor son "llamados a subvertir la paz de la república" y a provocar enfrentamientos.

"Lo que está detrás de sus palabras señor Capriles... es un intento de golpe de estado", dijo Rodríguez. "Está llamando a un golpe en contra de la democracia venezolana".

El gobierno tampoco ha dado indicios de que se pueda suspender la proclamación, en un evento que se realizaría el viernes, y que lo ungiría como presidente por los próximos seis años.

Capriles convocó a los venezolanos a realizar un "cacerolazo" la noche del lunes si la autoridad electoral ignoraba su petición y proclamaba a su rival como ganador de las elecciones. Sin embargo, pidió que no se exacerben los ánimos y que rechacen la violencia.

"Si usted va (a la proclamación)... usted es un presidente ilegítimo y así se lo anuncio a Venezuela y al mundo", dijo el gobernador del estado central de Miranda a su contrincante político y presidente encargado de Venezuela tras el fallecimiento de Hugo Chávez.

Convocó a sus seguidores a concentrarse el martes frente a la sede del Consejo Electoral y dijo que importantes miembros de las fuerzas armadas "en varias ciudades" había sido detenido por tratar de garantizar unas elecciones libres y justas. Denunció que habían recibido la orden de hacer caso omiso de los abusos que habían presenciado, pero no ofreció más detalles.

Capriles dice que su recuento de votos dio lugar a un resultado diferente, y ha recibido más de 3.200 denuncias de irregularidades presuntamente cometidas por las fuerzas progubernamentales.

Luego del mensaje de Capriles, el canciller Elías Jaua dijo que Maduro comenzará a gobernar luego de que sea proclamado el lunes y comentó que el aún presidente encargado ha recibido comunicaciones y llamadas de felicitación, como del ruso Vladimir Putin.

El responsable de la política exterior criticó la negativa de Capriles a reconocer los resultados y también anunció que llamó a consultas a su embajador en Madrid luego de comentarios del canciller español que, dijo, "desconoce implícitamente" los resultados electorales.

Señaló que Venezuela se reserva su derecho a tomar acciones "si persiste esta actitud de desconocimiento por parte del gobierno de España".

Juramentado como presidente interino después de la muerte de Chávez el pasado cinco de marzo, Maduro desperdició una ventaja de dos dígitos que tenía en las encuestas de opinión a sólo dos semanas de la contienda electoral.

Por el contrario, Chávez derrotó a Capriles por un margen casi de 11 puntos en octubre pasado.

El llamado "reconteo" de votos no está reconocido explícitamente en la ley electoral venezolana. Lo que sí está reconocido en la ley es la "auditoria ciudadana", un mecanismo por el cual se abren las cajas y se revisa sólo el acta que resume la totalidad de votos.

Dashell López, integrante de la organización civil Súmate, que sigue los procesos electorales, dijo a The Associated Press que la ley establece desde 2004 que al final de cada elección presidencial se audite el 54% de las mesas de votación.

En el país hay 13.807 centros electorales y en esos centros hay un total de 39.319 mesas. Es decir que la logística para un reconteo total resulta de enormes proporciones pues hay 39.319 cajas con comprobantes de votos.

Rodríguez, el jefe de campaña de Maduro, dijo el lunes más temprano a la televisora Venevisión que están dispuestos a que se abra el 100% de las cajas, pero sólo para revisar las actas que comprueban la totalidad de los sufragios, pero no a recontar cada uno de los votos.

"Para hacer la auditoría, no conteo manual", dijo.

Pero Capriles había pedido "que cada voto sea contado, cada papelito. Ese papelito no es un papelito para después hacer reciclaje... es la prueba que tiene cada venezolano de su voto".

Según la ley, un jefe de Estado debe juramentarse en el cargo en la Asamblea Nacional, lo que ocurriría el viernes. Y en una muestra de la confusa situación, la misma ley dice que si se modifican los resultados electorales se puede revocar la proclamación.

Maduro no había pronunciado el lunes ningún mensaje.

En Venezuela, la gente vota en una pantalla electrónica y enseguida obtiene un comprobante de papel que consigna cómo votó y que debe introducir en una caja de cartón. Luego, al final de la jornada electoral, un aparato imprime el acta con conteo total de los votos para cada uno de los candidatos.

Capriles expresó en la madrugada del lunes que su equipo de campaña tenía más de 3.200 "incidencias" que influyeron en el resultado, aunque no dio detalles.

Horas antes, sin embargo, varios de sus representantes dijeron que entre las irregularidades detectadas durante la jornada estaba el que gente "asistía" a personas a votar, es decir que las acompañaban hasta la máquina misma donde debía registrar su voto.

La ley limita la asistencia de personas al momento de votar a ancianos o personas con alguna discapacidad física.

Los comicios presidenciales del domingo, para los que estaban inscritos 18,8 millones de venezolanos, carecieron de una observación independiente porque desde hace varios años el gobierno sólo invita a algunos "acompañantes". Sin embargo, el sistema de las máquinas electrónicas en que se sufraga y su funcionamiento no ha sido cuestionado ni por los propios opositores, que simplemente dicen que deben revisarse los números y que tiene el derecho a hacer esa petición debido a que son "la mitad" del país.

La situación inédita que resultó de las elecciones del domingo podría hundir al país en una incertidumbre política similar a la que vivió hace apenas unos meses, con la muerte de Chávez el pasado 5 de marzo a consecuencia del cáncer que padecía.

Dado que nunca antes los opositores habían desafiado los resultados oficiales de una elección presidencial, se desconoce cuál será el desenlace, mientras los militares dieron un respaldo al candidato oficialista.

Sin embargo, tanto Maduro como Capriles llamaron el domingo por la noche a sus simpatizantes a mantener la calma y no se presentaron mayores incidentes en la calles de la capital.

Blanca Rosa Marmol, ex magistrada de la Corte Suprema venezolana y abogada, dijo que el país vive "un momento de mucha incertidumbre, pero aquí no hay instituciones ante las cuales acudir y así como hubo abusos en la campaña, si hubiera un fraude no habría institución que lo declarara".

Para ella, "hay una inconformidad evidente en la población y es evidente que está dividió (el país) en dos partes".

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