'La Democracia es un camino y un compromiso', presidente Giancarlo Coraggio

Actualizado
  • 20/05/2021 10:06
Creado
  • 20/05/2021 10:06
Con la innata simpatía de los napolitanos, Coraggio, en reunión con la prensa, explicó temas complejos como son la gestión de la pandemia

Desde hace un año el presidente de la Corte Constitucional de Italia, es Giancarlo Coraggio, de Nápoles, una vida dedicada a la Magistratura, ha sido presidente del Consejo del Estado, es Juez de la Corte Constitucional desde el 2013 y desde diciembre 2020 lo preside.

Ante el presidente de la Repubblica Sergio Mattarella, presidente del Consejo de Ministros, Mario Draghi y los altos cargos institucionales presentó el Informe Anual de la Corte Constitucional.

Con la innata simpatía de los napolitanos, en reunión con la prensa, explicó temas complejos como son la gestión de la pandemia en estos difíciles tiempos, así como nos señaló qué si bien los jóvenes podrán rehacerse del tiempo perdido por el confinamiento, para un adulto mayor “dos años es demasiado tiempo para no socializar”. Una claridad demostrada en señalar que ante la captura de los brigaditas, mejor dicho, terroristas italianos quienes se refugiaron en Francia, amparados en la disposición Mitterrand. Ahora, gracias a la gestión de quien fuera la ex-presidente de la Corte Constitucional y ahora Ministra de Justicia, Marta Cartabia, y a su homologo francés Eric Dupond-Moretti, tal vez más sensible por sus orígenes italianos, se acaba de hacer efectiva la captura de siete terroristas italianos acusados de asesinatos, dándose de este modo, inicio al procedimiento de extradición, pues, no hay “derecho a la fuga”,

A sus casi ochenta años mira Italia con sus cambios, refiriéndose a la igualdad de género, evocó los esfuerzos casi heroicos de las mujeres italianas para lograr realizar lo que un hombre normalmente siempre ha hecho. Recordó a Rosanna Oliva y sus esfuerzos para el ingreso de las mujeres en la Magistratura, preguntándose “¿Qué sociedad es la italiana dónde la mujer no podía votar, no ejercía la magistratura, era tratada diferentemente ante el adulterio, podían ser asesinadas impunemente?”. Recordó a su Madre, quién graduada en química pura, por motivos personales se rebela, rompe el noviazgo y se va a dirigir una farmacia en Eritrea, “no se debe pedir a las mujeres que sean heroicas, extraordinarias, ellas deben poder hacer lo mismo que hacemos nosotros”. Sostiene, “no lo hemos logrado porque hay estructuras de fondo, es un hecho, que impiden una verdadera paridad. La familia de mis hijas es diferente, soy uno de los últimos privilegiados que en casa no ha hecho nada. Veo que la familia colabora, pero es siempre una colaboración parcial”. Es más, agrega que su hija, quien también es Juez, trabaja cuanto un colega y, además, debe cuidar su familia, agregando que “la ayuda que ella recibe es parcial, no existe una voluntad real para cambiar de actitud, eso es lo difícil. Pero, el camino está hecho.”

Como prensa extranjera, expuse al presidente Coraggio que en América Latina sopla un fuerte viento de cambio de Constituciones, si algunos países ya lo han hecho, otros están en proceso como Chile. Incluso, uno de los candidatos presidenciales de Perú lo tiene en su programa de gobierno. Si Italia ha tenido hasta la fecha dos constituciones el Statuto albertino de 1848 y la Constitución repubblicana de 1948. El profesor Sabino Cassese considera que ninguna de las dos Constituciones “han dado, en 150 años, una arquitectura institucional sólida y eficiente”, le pregunto ¿Los latinoamericanos somos románticos/intolerantes? ¿cómo perciben los italianos su Constitución?

“Una Constitución puede indudablemente cambiar un país”, nos responde “sobre todo cuando no es una Constitución impuesta sino el fruto de una emanación vital de un país que se quiere dar una nueva ley fundamental que quiere cambiar, se proyecta al futuro, una Constitución es una ley fundamental, la democracia es un camino, es un procedimiento, es un esfuerzo continuo, una búsqueda continua que necesita del compromiso de los ciudadanos y de su mejoría. Tenemos el ejemplo vivo de nuestra Constitución que cambió radicalmente nuestro país, incluso, en sus estructuras sociales de fondo, sigue cambiando la estructura familiar, la relación de trabajo. El mundo en el cual vivimos ahora es un mundo muy diferente en el cual vivieron nuestros padres constituyentes.”

Sobre la citación de Sabino Casesse, el presidente Coraggio sostiene que he señalado la parte pesimista de sus declaraciones “la otra parte explica que los otros países no están mejor que nosotros”, insistió que “la democracia es un camino fatigoso no estamos peor de los demás”. Desde su visión personal nos dice, “si tuviese que tener una envidia, esta sería por la administración francesa, sin embargo, es muy centralizada”. Sobre la Constitución italiana “queda mucho por hacer y mucho se ha hecho, existen las premisas para obtener resultados positivos”.

Reflexiona sobre la situación caótica que Italia vivía hasta hace poco, “parecía el final del mundo, ¿cómo salimos de todo eso?” se pregunta. Ahora, se responde, “tenemos al Presidente (refiriéndose a Mario Draghi) con mayor autoridad que desde hace años no teníamos, quien se hace respetar en Europa y en el mundo y tiene un efecto remolque en la Unión europea. Un salto de calidad que Italia está acostumbrada a hacer, que se logró hacer, inesperadamente”. Ante esta convicción y respeto del Estado de Derecho, hay que quedarse con las declaraciones positivas de Casesse y cómo nos explica el presidente Giancarlo Coraggio “la Democracia es un camino y un compromiso”.

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