La niñez afectada por olas de calor en el 2050

El acelero de la crisis climática trae consigo prolongadas olas de calor cada vez más altas, intensas, extendidas y frecuentes. Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), cerca de 559 millones de niños se encuentran expuestos al incremento en la frecuencia de las olas de calor. Además, casi 624 millones de niños están expuestos a uno de los tres indicadores del calor extremo: la extensa duración, la gran intensidad, y las temperaturas extremas de las olas de calor.

Unicef presentó un informe este mes de octubre, donde señaló que para el 2050 casi toda la niñez a nivel mundial (más de 2,000 millones) estarán sometidos a aguantar olas de calor más frecuentes e intensas.

Esto se daría sin importar si en dicha fecha, el planeta llegase a alcanzar un escenario de “bajas emisiones de gases de efecto invernadero” con un calentamiento estimado de 1,7 °C, como si se llega a un escenario de “emisiones muy elevadas de gases de efecto invernadero” con un calentamiento estimado de 2,4 °C.

La crisis climática presenta una amenaza directa a la capacidad de sobrevivir, crecer y prosperar de los niños alrededor del mundo.

Según Unicef, los fenómenos meteorológicos extremos, como los huracanes y las olas de calor, son cada vez más frecuentes e intensos, lo que pone en peligro la vida de los niños y amenaza con destruir la infraestructura esencial para su bienestar. Las inundaciones amenazan el agua y el saneamiento, lo que hace que los niños sean especialmente vulnerables a enfermedades como el cólera.

Las sequías y variación de los regímenes pluviométricos alrededor del mundo causan la perdida de cosechas, lo cual ocasiona el elevado costo de alimentos. Esto significa para las personas de extrema pobreza, una inseguridad alimentaria y privaciones nutricionales, lo que puede causar repercusiones a largo plazo y en la vida de las personas. Además, pueden destruir los medios de subsistencia, motivar la migración y los conflictos, y cesar las oportunidades para jóvenes y niños.

En el tema de salud, los niños son las personas más vulnerables a sufrir enfermedades. Como resultado del cambio climático, se pueden extender enfermedades como el paludismo, y la fiebre del dengue. Según esto, los niños menores de 5 años representan el 90% de la carga de morbilidad atribuible al cambio climático.

El cambio climático y la contaminación atmosférica comparten las mismas causas. Según Unicef, existen alrededor de 2,000 millones de niños que viven en zonas donde los niveles de contaminación del aire superan las normas instituidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que ocasiona que respiren aire tóxico, poniendo en riesgo su salud y su desarrollo cerebral.