La batalla final

El gobierno de Venezuela, que viene desde hace meses resistiendo con dificultad protestas en las calles de las principales ciudades del país, además de desestabilizaciones políticas internas y externas llenas de impudicias, barbaries y deshumanización social generalizada en todos los sectores, radicalizados en las simplezas de ‘a favor o en contra’ del gobierno de Maduro, está ahora al borde de lo que podría ser su batalla final: la altísima inflación que alcanzó el 60.9% anual, un triste récord histórico en un país petrolero.

El gobierno de la República Bolivariana estuvo evadiendo hacer público el dato, pero lo hizo esta semana el Banco Central de Venezuela, haciéndolo coincidir con el inicio del Mundial de fútbol. Se trata de un dato que no se había registrado en Venezuela desde 1996, durante la segunda presidencia de Rafael Caldera (COPEI). Analistas aseguran que con esta inflación el índice de precios al consumidor acumuló un aumento de 23 % durante los cinco primeros meses del presente año.

Según el Banco Central la causa de esta enorme inflación venezolana no es económica y la atribuyen a ‘perturbaciones políticas’, un eufemismo para referirse a las protestas que en estos últimos dos meses han afectado la actividad económica, llegando incluso a paralizar parcialmente la producción y distribución de productos fundamentales en el sector público y privado.

Las protestas en las calles visibilizaron el problema que acusan todos los venezolanos y es el desabastecimiento, convertido hoy en el talón de Aquiles del gobierno. Los alimentos básicos como la leche, aceite, café molido, etcétera, escasean desde hace mucho tiempo y aumentan los precios –algunos sectores por tendencias especulativas- , pero es que el Ejecutivo no ha podido contener. De ahí que el reciente aumento del salario mínimo decretado por Maduro, únicamente alcanzará a mitigar el bolsillo de los trabajadores venezolanos.

El elevado nivel de inflación registrado en Venezuela incidirá en el incremento del promedio regional según la CEPAL. El organismo también prevé cambios realmente marcados en la región debido a la inflación en otros países.