Sequía y hambruna

Actualizado
  • 25/08/2014 02:00
Creado
  • 25/08/2014 02:00
"Para el 2050 habrá 2,300 millones más de personas en el planeta, por lo que el crecimiento de la demanda de alimentos será de un 60%"

Millones de centroamericanos podrían padecer graves riesgos agroalimentarios por una ‘sequía histórica’ que afecta la región. La advertencia la dieron a conocer, en un comunicado conjunto, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Fondo para la Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas (FAO), quienes solicitaron a los gobiernos priorizar el tema para mitigar los efectos del clima en el denominado corredor seco, zona que afecta especialmente a Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua. Priorizar recursos internos y externos a las zonas más vulnerables es parte de la solución que se espera de los países centroamericanos, donde el promedio de personas que viven directamente de la agricultura es de 45% de población.

Los efectos de la canícula (sequía) prolongada se verán con mayor fuerza en el 2015. También se verán afectados en Centroamérica la industria del ganado, lo que producirá un aumento del precio de los alimentos. Cada año, tanto el PMA como la FAO vienen dando la voz de alerta mundial ante un problema claramente identificado por el fenómeno de El Niño y el cambio climático en el mundo. Lo grave es que, a largo plazo, el problema se verá agravado por el aumento de la demanda ante el crecimiento de la población.

Para el 2050 habrá 2,300 millones más de personas en el planeta, por lo que el crecimiento de la demanda de alimentos será de un 60% para entonces y habrá que adoptar políticas agroalimentarias sostenibles que permitan cerrar la brecha de la pobreza para paliar la hambruna que se ve venir en los países más pobres. Actualmente, se estima que 870 millones de la población mundial está desnutrida. Entre las políticas públicas que deberían mejorar está el acceso de la mujer al crédito, el aprendizaje de las mismas de las nuevas tecnologías para la producción de alimentos, pues representan el 8% de la mano de obra agrícola (564 millones) y, pese a tener las mismas capacidades laborales que el hombre, siguen siendo discriminadas en América Latina.

La sequía que afecta a Centroamérica y aumenta la inseguridad alimentaria ya presente en toda la región, requerirá que los gobiernos tomen medidas urgentes para paliar el problema.

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