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Actualizado
- 29/03/2018 02:01
Creado
- 29/03/2018 02:01
La segunda fue cuando el activista criticó la decisión del Gobierno británico de expulsar a diplomáticos de Moscú
El Gobierno ecuatoriano ha restringido el acceso a las comunicaciones, y también las visitas, del fundador de Wikileaks, Julian Assange, por ‘no poder controlarse' y opinar sobre cuestiones que Quito considera perjudican a su política exterior, entre ellas la de Cataluña.
Assange habría violado un acuerdo de 2017 por el que se había comprometido a no opinar sobre cuestiones de otros países y deberá afrontar esta desconexión ‘de forma indefinida'.
Las decisiones comenzaron a aplicarse desde el martes y reflejan el cansancio del actual Gobierno de Lenín Moreno con los continuos pronunciamientos políticos del fundador de WikiLeaks.
‘No cumplió un acuerdo que él mismo firmó de silencio y de no intervención en temas internos de otros Estados', dijo la ministra de Exteriores, María Fernanda Espinosa.
La primera de las dos cuestiones políticas que han colmado el vaso de la paciencia ecuatoriana fue la comparación que hizo de la detención del dirigente independentista catalán Carles Puigdemont, el pasado domingo en Alemania, con la de Lluís Companys por la Gestapo en 1940, para su posterior extradición a España y fusilamiento por el régimen franquista.
La segunda fue cuando el activista criticó la decisión del Gobierno británico de expulsar a diplomáticos de Moscú por el envenenamiento de Serguéi Skripal.
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