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- 13/02/2015 01:00
La educación pública de calidad sigue siendo un desafío en Latinoamérica. En esta región, Chile está empeñada en mostrar que calidad y educación pública puede ser una realidad. Hace dos años, la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, desarrolló un plan piloto de desarrollo de talentos, denominado Escuela de Desarrollo de Talentos. El plan, según fuentes universitarias que presentaron hace poco un informe del experimento, pretendía demostrar que un alumno de educación media pública podía obtener un rendimiento óptimo para ingresar a una universidad si recibía la ayuda adecuada. Así ha sido.
El plan experimental arrojó datos muy positivos que podrían permitir que el programa se replique con resultados si no iguales, por lo menos parecidos en otras naciones de América Latina. De los 40 jóvenes adolescentes de Chile que fueron seleccionados para el programa, todos completaron el período de dos años del plan. Casi todos obtuvieron un notable desempeño académico en los exámenes de postulación para ingresar a la universidad. Siete de los jóvenes obtuvieron un puntaje alto, ubicándose entre el 2% de la población escolar pública de Chile con mayor puntaje. 14 estudiantes (recordemos que todos son provenientes de escuelas públicas chilenas) quedaron con puntajes altos que los sitúan entre el 7% de los estudiantes en Chile con mejores puntajes para ingresar a universidades.
El programa de desarrollo de talentos tiene como objetivo demostrar que es posible vencer la ley del mínimo esfuerzo del estudiante con menos oportunidades y dinero.
Mientras en muchos países las autoridades universitarias se paralizan frente a la baja calidad educativa en la enseñanza pública, en cambio en Chile, el sector educativo (estudiantes y docentes por igual) promovieron marchas, protestas y reformas para mejorar la educación en general y cortar la brecha de la desigualdad educativa entre la privada y la pública. El programa piloto chileno demostró que los estudiantes de la media podían responder altas exigencias de calidad y competencia. Nada parecido está ocurriendo en muchos de nuestros países, donde las autoridades han frenado toda idea original para salir de la mediocridad. Chile sigue siendo un modelo educativo en la región.