La paradoja del proceso constitucional chileno

Actualizado
  • 11/05/2023 00:00
Creado
  • 11/05/2023 00:00
Aunque en un inicio el proceso constitucional en Chile fue impulsado por partidos de izquierda, será la derecha quien tendrá la principal responsabilidad de redactar el nuevo texto constitucional
El líder del Partido Republicano de Chile, José Antonio Kast, tras conocer los resultados de las elecciones constituyentes, en Santiago de Chile.

El presidente de Chile, Gabriel Boric, tiene claro que no desea que el proceso constituyente vuelva a ser un fracaso. “No cometan el mismo error que cometimos nosotros... escuchen a quienes piensan diferente”, dijo el mandatario, durante un discurso emitido el pasado fin de semana, cuando se dio a conocer quiénes conformarán el nuevo consejo constitucional que deberá redactar una nueva carta magna para la nación sudamericana.

Una petición que iba dirigida al Partido Republicano, formación política liderada por el derechista José Antonio Kast, la cual obtuvo 22 de los 51 puestos del Consejo y será la que lidere la redacción del nuevo texto constitucional. “No permitan que la historia se repita, redacten un texto que interprete a la gran mayoría del país”, agregó el gobernante, quien tildó al anterior proceso de “fracaso”, tras recibir un rechazo del 62%.

Se trata de una realidad inédita, pues el país que a finales de 2020 aprobó con 78% de respaldo popular desarrollar una nueva carta magna que se alejara de lo establecido por la Constitución de 1980, desarrollada en épocas de la dictadura de Augusto Pinochet, ahora le da la responsabilidad de escribir la constitución a un partido encabezado por Kast, quien dijo en 2017 que si Pinochet estuviese con vida, le daría el voto a su formación política. “Si Pinochet estuviera vivo, votaría por mí, es evidente”, expresó durante una entrevista con  Radio Tele 13.

A esto hay que sumarle la amplia ventaja que el partido de Kast, creado en 2019, obtuvo frente a la coalición oficialista, Unidad de Chile, que está integrada por los principales ocho partidos de izquierda de la nación. Con un 35% de los votos, la formación del derechista superó, por más de 7 puntos porcentuales al oficialismo (28%), pese a competir en solitario.

“Es una gran paradoja: ellos estuvieron siempre en contra del proceso constituyente y hoy tienen la oportunidad de escribir la constitución que quieran”, explicó Claudia Heiss, jefa de la carrera de ciencias políticas en la Facultad de Gobierno de la Universidad de Chile, en una entrevista con BBC Mundo.

Este punto es compartido por Pierina Ferretti, ejecutiva de la Fundación Nodo XXI, que está ligada al partido de Boric, Frente Amplio, quienes se negaron por décadas a la posibilidad de un cambio constitucional, y quienes representan hoy la principal amenaza para la democracia, tendrán la cancha abierta para escribir el nuevo texto sin mayores dificultades”, aseguró al diario El País.

Una realidad que, según Heiss, fue producto de la incertidumbre y descrédito que generó el proceso constitucional anterior y la crisis económica y migratoria que atraviesa la hermana nación y que desembocara en el desarrollo de un texto constitucional igual o más conservador que el de 1980.

Se trata de un descrédito que se evidenció con el alto porcentaje de votos nulos y blancos que se registraron.  Datos del Servicio Electoral de Chile señalan que más del 20% de los electores decidió votar nulo o en blanco.

En total, 16,98% de los votantes anuló su voto y el 4,55% votó en blanco, lo que coloca la nulidad como la tercera opción más escogida por los chilenos, después del Partido Republicano y la Coalición Unidad, algo a tomar en cuenta si se considera que la votación fue obligatoria y no acudir a ella puede acarrear sanciones económicas.

A esto hay que sumarle a las más de 100 mil personas que presentaron excusa para no votar, según información de los Carabineros de Chile, la institución policial militarizada del país.

A finales de abril un grupo de diputados independientes pidió que la población votara nulo o en blanco, pues alegaba que el proceso se estaba haciendo a espaldas de la población.

“Este un proceso que a la gente le es completamente ajeno: no ha habido suficiente información ni difusión”, alegó la parlamentaria Camila Musante, en conversaciones con T13, a escasos días de la elección.

“Es un proceso que se ha hecho a espaldas del pueblo chileno, por lo mismo hay un nivel de desafección muy grande y eso es algo que yo puedo decir, lo observo conversando con la gente en mi distrito; siempre me preguntan por qué se ha avanzado tanto en este proceso que todo el mundo desconoce”, agregó.

El peligro de un nuevo proceso

“No es tiempo de dividir al país, es tiempo de trabajar y trabajar en unidad, por el bien de Chile”,  dijo Kast, tras conocerse los resultados de las elecciones.

Es en la unidad donde el partido de Kast encontrará su principal desafío, pues aunque tiene una mayoría importante, todavía es necesario que logre llegar a acuerdos con la derecha tradicional de esa nación, representada por el partido Chile Seguro, que tiene 11 escaños, a la par de conseguir representar en el nuevo documento las necesidades y anhelos de la mayoría de la población.

“Nos han elegido y eso conlleva gran responsabilidad, que nos obliga a estar conectados con los problemas del día a día que vive cada uno de los chilenos... a ellos les debemos nuestro triunfo”, agrega.

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