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Leribeth Solís: ‘La maternidad me hizo reconocer lo fuerte que soy’
- 21/11/2024 00:00
- 18/11/2024 15:12
Cuando Leribeth Marie Solís descubrió que iba a ser mamá, por primera vez, era muy joven. Enfrentó aquel embarazo con el corazón lleno de incertidumbre y miedos, sin saber si estaría preparada para la enorme responsabilidad que venía. La idea de ser madre la llenaba de dudas, pero también la empujó a crecer y aprender más rápido de lo que jamás imaginó. Entre noches sin dormir y momentos de angustia, el amor por su pequeña Salo creció tan fuerte que, poco a poco, Leribeth comenzó a encontrar su camino.
Hoy, años después, es una mujer diferente: tiene una familia construida con amor, una casa llena de risas y una vida que, aunque sigue siendo desafiante, ahora está llena de certeza y propósito. A esta se le agregó otra razón por la cual vivir: Antonella.
Después de atravesar la montaña rusa de la maternidad, decidió compartir su experiencia con otras mamás a través de sus redes sociales, brindando apoyo y consejos basados en su vivencia real. Con cada publicación, busca empoderar a las mujeres, mostrarles que, aunque el camino sea complicado, siempre hay espacio para el amor, la esperanza y el crecimiento.
Era muy joven y tenía muchos miedos. Mi primera bebé no creció dentro de una familia como la tengo ahora y creo que ese era mi mayor miedo: estaba trayendo al mundo a una bebé sin una casa o una familia que ofrecerle. Ahora, agradezco a Dios porque, a raíz de eso, he madurado y he crecido un montón.
Es lo más lindo que tengo de ella. Me hizo crecer, pensar en nosotras y en salir adelante. No había tiempo para lamentarse. Creo que la maternidad me hizo reconocer lo fuerte que soy.
Lloré. Fueron escasos los segundos cuando me la colocaron en el pecho y en ese momento sentí una mezcla de entre miedo y alegría. Lloré sin parar porque no podía creer que ella nació de mí y ahora la tenía para besarla, abrazarla y estar con ella.
Con mi segunda bebé yo era mucho más adulta y madura. Ella sí creció en el seno de una familia, a diferencia de mi primera hija. Yo sabía que no iba a estar sola y que contaba con apoyo. Fueron dos extremos totalmente diferentes, pero dos maternidades muy bonitas.
Verlas crecer es una mezcla de sentimientos entre querer que el tiempo se detenga, pero también disfrutar verlas felices. Ver un mundo donde muchos niños viven cosas inimaginables te hace agradecerle a Dios por permitirte tener a tus hijas sanas y sin que les falte nada.
Cuando Salo nació, vivíamos en casa de mis papás y me acuerdo de que yo rehusaba que viera televisión. Al mudarnos solas me di cuenta de que sí había momentos donde debía encender la pantalla, así sea cinco minutos, para tener un poco de descanso.
Las redes sociales son buenas, pero si te dejas presionar te afectarán mucho. Como mamá debes saber que no todas las maternidades son iguales e incluso no todos los niños son iguales. Debes escoger cuentas que te aporten valor y que vayan acordes con lo que tú como mamá consideras es lo mejor para tus hijos.
Definitivamente. Me veo en el espejo y agradezco el cuerpo que tengo porque de él nacieron mis dos criaturas maravillosas. De joven salías a bailar, te acostabas a las cinco de la mañana y comenzabas a trabajar a las ocho de la mañana sin problema. Ahora eso no existe. Mis horas de sueño son más valiosas que antes.
Me admiro y valoro muchísimo. Agradezco a mi cuerpo por todo lo que hemos aguantado: el cansancio mental, emocional, las gripes, todo.
Lo primordial es hacer ejercicio. Para mí lo más importante es aprovechar cualquier momento para ejercitarme. Valoro mucho compartir tiempo con mi esposo o con mi mamá. Paso tiempo a solas, ya sea arreglándome las uñas o el cabello. Ese tiempo no es negociable, porque para que mis hijas estén bien yo debo estar bien.
Deseo que sean felices. Hay una que dice que quiere ser “pintadora” y la otra es muy pequeña como para saber qué desea hacer, pero yo solo deseo que sean felices. Que hagan lo que quieran, pero que sea su pasión y que sean buenos seres humanos.
No todas las maternidades son iguales y no debemos compararnos con los hijos de nadie. De tener un problema, es mejor conversarlo con el pediatra. Las madres solemos comparar, pero como dije: no todas las maternidades, hijos y cuerpos son iguales y debemos respetarlo. Durante mi primer embarazo fue difícil el tema de la lactancia, así que con el segundo tomé una maestría para entender bien todo.
Mi cuenta se inició hace dos años cuando nació mi segunda hija. Comencé a publicar videos y me di cuenta de que hacía falta información. Me propuse ayudar a madres que pedían orientación. Siempre les digo “que me haya funcionado a mí, no significa que te funcionará a ti”.
Creo que el camino me llevó a donde estoy ahora y me encanta. Disfruto ayudar a mamás a liberar un poco el estrés y el caos de la maternidad.
Visualizo todo en mi cabeza y escribo. Con mi cuenta soy muy quisquillosa. No me gusta el contenido que no tiene valor y siempre me dedico a compartir cosas que sean de ayuda. He dejado a un lado el tema personal y me dedico a publicar contenido que informe.
El tema de la lactancia es muy polémico y causa diferentes opiniones. Hay madres que piensan que si no pudieron amamantar, no son las madres ideales. Siempre les digo: “sí, definitivamente lo mejor que le puedes dar a tu hijo es la lactancia materna. Pero si no puedes, ¿por qué te sientes menos?”. Lo correcto siempre será buscar las herramientas para alimentar a tu hijo, sea la lactancia materna o la fórmula.
Siempre he pensado que la lactancia materna o los juguetes Montessori no te hacen la mejor mamá, sino los recuerdos que puedas crear en él o ella.
Sí. Me atrevería a decir que, en gran parte, de forma positiva. Si tenemos cualquier duda podemos informarnos de forma rápida, ya sea por internet o por cuentas de maternidad. Pienso que siempre y cuando se utilicen correctamente, las redes sociales pueden influir de igual manera. Lastimosamente, en el camino muchas personas se pierden y llegan a contenido que no deberían consumir.
Que no puedo sola y que está bien pedir ayuda. Que soy una supermamá y que soy la mejor para mis hijas, pero que si el cansancio se asoma, debo buscar un respaldo, y eso antes no lo sabía hacer.