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- 30/03/2010 02:00
MOSCÚ. El terrorismo caucásico volvió a golpear ayer lunes a Rusia con dos salvajes atentados con bomba perpetrados por dos mujeres suicidas conocidas como “viudas negras” en el metro de Moscú.
“Según los datos preliminares, los atentados fueron cometidos por grupos terroristas que tienen relación con el Cáucaso Norte. Esta es la versión principal”, señaló Alexandr Bórtnikov, jefe del Servicio Federal de Seguridad (FSB).
Al informar al presidente ruso, Dmitri Medvédev, el jefe de los servicios secretos aseguró que “en el lugar de las explosiones se encontraron fragmentos de los cuerpos de las dos mujeres suicidas”.
Ese tipo de kamikazes, que han golpeado ya en otras ocasiones la capital rusa con atentados con bomba, son conocidas como “viudas negras” porque visten ropa de luto y suelen ser esposas de guerrilleros islámicos abatidos por los servicios secretos.
Los atentados, en los que se utilizó ciclonita, una de las sustancias preferidas por la guerrilla separatista chechena, ocurrieron en hora punta cuando el metro de Moscú llevaba a varios de millones de personas a sus trabajos.
La primera explosión ocurrió en la estación de metro Lubyanka, frente a la sede del FSB, el principal órgano de seguridad responsable de la lucha antiterrorista.
La cámara de seguridad del tren “Krásnaya Strelá” (Estrella Roja) grabó las imágenes de la potente explosión equivalente a unos 4 kilogramos de trilita que causó la muerte de al menos unas 38 personas.
Mientras, unos 45 minutos después se produjo la segunda explosión (2 kilos de trilita) en la estación Park Kultury.
“Las explosiones ocurrieron cuando los vagones se encontraban en las estaciones con las puertas abiertas”, señaló una portavoz del Ministerio de Emergencia a la TV rusa.
El hecho de que las puertas de los vagones estuvieran abiertas restó potencia a las explosiones y salvó muchas vidas, según un experto.
Otra circunstancia afortunada fue el hecho de que muchos moscovitas llegaran tarde al trabajo al olvidarse de adelantar sus relojes para adaptarlos al horario estival.
Tras ser informado sobre los atentados, Medvédev declaró una guerra sin cuartel contra el terrorismo y calificó de “insuficientes” las medidas adoptadas hasta ahora por las fuerzas de seguridad para acabar con la guerrilla islámica.
El líder ruso se mostró convencido de que los terroristas querían causar la “desestabilización de la situación en el país y en la sociedad”.
Por su parte, el primer ministro ruso, Vladimir Putin, aseguró que “los terroristas serán liquidados” y suspendió su visita a Siberia para regresar con urgencia a la capital rusa.
Por su parte el portavoz de la Alcaldía de Moscú, Serguei Tsoi, dijo que el número de víctimas podría crecer debido a que aún hay muchos heridos de gravedad en los hospitales.
Las fuerzas de seguridad rusas buscan ahora a otras dos mujeres que acompañaron a las terroristas suicidas hasta la entrada del metro de Moscú y que fueron filmadas por las cámaras de seguridad.
Los presidentes de las repúblicas caucásicas rusas de Chechenia e Ingushetia condenaron los atentados suicidas, mientras el Centro de Coordinación de los Musulmanes del Cáucaso Norte pidió no vincular esos ataques con el Islam.
Moscú tendrá un día de luto hoy por las víctimas fatales.