Así lo confirmó el viceminsitro de Finanzas, Fausto Fernández, a La Estrella de Panamá
- 04/11/2011 01:00
ANALISTA
Si las biografías políticas de los recientes presidentes de EEUU y sus encargados de relaciones exteriores dicen algo sobre cuáles son las regiones que más les interesan —y yo creo que sí—, el nuevo libro de la ex Secretaria de Estado Condoleezza Rice habla por sí mismo: alrededor del 98% de sus páginas se refieren al Medio Oriente, Rusia y Asia, y un 2% a Latinoamérica.
Rice, cuyo jefe, el ex presidente George W. Bush, prometió durante la campaña del 2000 convertir a Latinoamérica en un ‘compromiso fundamental’ de su presidencia, dedica sólo 2 de los 58 capítulos de su libro de memorias, No Higher Honor (Ningún honor más alto) a América Latina. O sea, le dedica a la región unas 15 páginas de un volumen de 766 páginas. Pero el libro de Rice no es diferente de otros libros de memorias políticas escritos por presidentes recientes y ex secretarios de Estado en lo que se refiere a los temas a los que dedican la mayor parte de sus obras. Veamos: • Hojeando el libro de memorias de George W. Bush, publicado recientemente, y titulado Decision Points (Puntos de Decisión), dudo de que las páginas referidas a Latinoamérica lleguen al 0.5% de las 497 páginas de la edición de bolsillo. No pude encontrar en el índice del libro de Bush ni una sola referencia a Brasil, la octava economía del mundo. Sólo hay unos párrafos sobre Venezuela, y referencias aisladas a México y Chile, en general vinculadas con las posturas de esos dos países en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Volviendo al libro de Rice que acaba de salir, hay que decir que contiene algunas referencias inusualmente sinceras sobre varios líderes latinoamericanos, que resulta interesante leer.
Cuando escribe sobre el año 2007, describe a la pareja presidencial de Argentina como ‘los siempre difíciles Kirchner’.
Refiriéndose a los líderes con los que se encontró en la asunción de la expresidenta chilena Michelle Bachelet, escribe que el presidente izquierdista de Bolivia, Evo Morales, ‘parecía completamente perdido. No tenía ideas, solamente eslóganes’. Rice añade que el gesto de Morales de entregarle públicamente como regalo un ukelele decorado con hojas de coca en esa ocasión ‘fue harto revelador sobre su inmadurez’. Rice confiesa que para fines del primer período presidencial de Bush, en el 2004, el presidente venezolano Hugo Chávez y sus seguidores estaban cobrando fuerza ‘como resultado de nuestra desatención’ hacia Latinoamérica. Agrega, con una mezcla de esperanza y resignación, que ‘ya llegaría el momento, más tarde, de hacer algo al respecto, si el presidente (Bush) era reelecto’.