Tras el rastro de los jaguares

PANAMÁ. Panamá se ha propuesto proteger a los jaguares. Un plan para conservarlos intenta determinar la población, la distribución, crea...

PANAMÁ. Panamá se ha propuesto proteger a los jaguares. Un plan para conservarlos intenta determinar la población, la distribución, crear un corredor genético y educar a la población sobre la importancia de las especies dentro de su ambiente natural.

Los enormes felinos, considerados los mayores depredadores de los bosques tropicales, enfrentan el riesgo de desaparecer. La pérdida de su hábitat, la cacería de los propios felinos y de los animales con que se alimentan se ha convertido en el peor tropiezo para preservarlos expresó Rafael Samudio, director de la Sociedad Mastozoológica de Panamá (Somaspa).

Según Panthera, una ONG internacional dedicada a la conservación de los felinos, más del 40 por ciento de los bosques que alojaban las especies ha disminuido desde comienzos del siglo pasado.

¿DÓNDE ESTÁN LOS JAGUARES?

En América su distribución se extiende desde el suroeste de los Estados Unidos hasta el norte de Argentina.

¿Existen los felinos en el Istmo o han desaparecido? Aquí en Panamá aún se registra su presencia. Los animales están distribuidos a lo largo del Caribe panameño, zona propuesta para convertirse en el corredor de jaguares del país, dijo Melva Olmos, especialista en conservación de felinos. También hay en algunos sitios del Pacífico.

Ahora Somaspa, Panthera y la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) unen esfuerzos para salvar el hábitat del gato más grande del mundo, intentando crear un corredor genético para las especies y proyecto para su preservación.

Melanie Castillo Him, administradora general, encargada de la ANAM, dijo que con el plan se busca explorar medidas de conservación aplicables en las zonas de distribución de poblaciones de jaguar; especialmente las que conectan con áreas protegidas.

Los estudios de jaguares en el país datan del año 2000. El propósito inicial era recopilar información para reforzar las estrategias de conservación del jaguar.

A partir del año 2005 Somaspa, ANAM, la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) y organizaciones internacionales implementaron sistemas de cámaras-trampas para monitorear la existencia de jaguares y sus presas. Los resultados no se hicieron esperar. Hallazgos de ejemplares en Santa Fe, en Veraguas, Barro Colorado y Chagres en Panamá confirmaron la existencia de los tigres.

EL PROBLEMA

Desde tiempos muy remotos el hombre ha percibido a los jaguares como enemigos. El temor que inspiraba su enorme tamaño, garras y dientes llevó al hombre a exterminarlo en muchas ocasiones. Pero, muy por el contrario a lo que se piensa, los felinos sienten temor por los humanos, explicó Olmos.

Aunque, los humanos no están dentro de las presas del jaguar la percepción aún no ha cambiado mucho. Los enfrentamientos entre ambos se dan en el momento en que los animales se sienten amenazados advierte la especialista.

A pesar de esto, los conflictos entre los humanos y jaguares. no cesan. Los ganaderos no se detienen al divisar un ejemplar cercano a sus previos. Para ellos los animales representan una amenaza para desarrollar la actividad ganadera.

Y es que la escasez de los alimentos de los felinos —puerco de monte, zaíno y venado corso— los ha obligado a cazar terneros para sobrevivir. El mismo hombre a través de la cacería de las presas de los felinos ha causado una reducción de ellas, lo que ha obligado a los animales a buscar nuevas dietas alimenticias como ternero, caballo y conejos pintados.

Este es un conflicto que se contempla Somaspa dentro del plan de conservación. La ONG promueve desarrollar talleres de capacitación para resolver el problema.

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