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- 15/04/2013 02:00
- 15/04/2013 02:00
CARACAS. Finalmente, Venezuela vivió ayer la elección histórica. Bajo la sombra del presidente fallecido, omnipresente en la disputa; en una campaña en tiempo récord, 10 días en total; con un candidato que es jefe en ejercicio, Nicolás Maduro, y otro que aglutinó a toda la oposición, Henrique Capriles. Justo, además, en el aniversario del golpe sufrido por Hugo Chávez, ese que en 2002 lo apresó hasta que por reclamo popular el líder volvió al Palacio de Miraflores, justamente, un 14 de abril. Y en un escenario de crisis económica que preocupa a la gran mayoría.
El ganador estaba cantado: el chavismo goza de mayoritaria adhesión popular. Al cierre de esta edición, no había todavía un claro vencedor, pero la distancia entre el candidato oficialista y opositor ya no era tan grande como la conseguida por el difunto Chávez el pasado 8 de octubre.
La jornada se desarrolló de manera tranquila, con una ‘masiva concurrencia’ y ‘sin inconvenientes’, según aseguró el jefe del plan militar de apoyo electoral, general Wilmer Barrientos. Desde las 6 de la mañana y hasta las 6 de la tarde permanecieron abiertas las más de 39 mil mesas instaladas en los 13,638 centros de votación, para que se manifiesten 19 millones de venezolanos.
Capriles avivó el fantasma de fraude e irregularidades cuando fue a votar. ‘Han habido algunos tropiezos, me ha llegado la información, cualquier atropello, cada uno de los venezolanos debe ser hoy un reportero, tomar la foto y enviarla a las redes para enviarla al poder electoral’, dijo. Maduro le contestó así: ‘Tenemos un sistema electoral perfecto, gane quien gane. Estamos en una batalla por la democracia y la alegría’.
CALMA Y PREOCUPACIÓN
La atmósfera ayer era de una rara combinación de tensa calma, fin de ciclo y preocupación por el futuro. Y es que los últimos días en Venezuela no fueron fáciles: crónico desabastecimiento de alimentos y medicinas, la inflación que roza el 30% y la devaluación del 80% que desde febrero a hoy pulverizó la moneda, alentó la fuga de divisas.
Esos son los problemas que debe encarar el próximo presidente. Y eso es, también, lo que genera dudas. ¿Podrá Maduro encarar las reformas que necesita el país hoy? ¿Está a la altura? ¿Tendrá el temple y el poder necesarios para operar en ese doble esquema de conflicto, el interno del movimiento que integra y el coyuntural?
Y es que, además de un país en crisis, él está al frente de un espacio político diverso, con múltiples líneas internas que a futuro podría fracturarse. Sin el líder carismático, ese que aglutinaba y ordenaba a la tropa con un pestañeo, el mundo complejo y de diferentes tendencias que es el chavismo podría fraccionarse. Hay un grupo del ala radical de la izquierda, otros del comunismo y el Ejército, con una cultura vertical.
Nadie sabe a ciencia cierta qué podrá hacer. El dato no pudo obtenerse de una campaña donde primó el lenguaje ofensivo y no hubo nada de discusión de proyectos de fondo que avizoren cómo se sacará al país de la crisis económica y el problema de la inseguridad, uno de los principales reclamos del electorado. Hay escasez de electricidad, alimentos y medicinas. Chávez se fue y deja una bomba que solo él, con su carisma y chequera, mantenía parcialmente inactiva.
PIRATEAN TWITTER DE MADURO
La cuenta de Twitter del presidente encargado venezolano y candidato oficialista a la Presidencia, Nicolás Maduro, fue pirateada minutos antes del cierre de las mesas de votación en Venezuela, denunció el Gobierno y el equipo de campaña del chavismo. En su cuenta en la misma red social, el ministro de Comunicación, Ernesto Villegas, atribuyó el ataque a la cuenta de Maduro @NicolasMaduro al ‘desespero del fascismo’ que, según dijo, ‘queda en evidencia’ una vez más. ‘Desesperados, hackearon también la cuenta del PSUV’, el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela, añadió en otro mensaje. El ataque se registró poco antes de las 18.00, cuando estaba previsto el cierre oficial de las mesas habilitadas para la elección presidencial. También fue pirateada la cuenta de la directora de comunicaciones de Presidencia, Teresa Maniglia, y del PSUV, confirmó el jefe del equipo de la campaña oficialista, Jorge Rodríguez, al canal estatal VTV. La cuenta @NicolasMaduro que el gobernante encargado abrió el pasado 17 de marzo y en la que cuenta con 703,294 seguidores fue intervenida después de que durante la jornada el aspirante del chavismo difundiera mensajes invitando a votar.