El barrio de Chualluma en Bolivia, es único en la ciudad de La Paz ya que todas sus paredes están pintadas de colores que resaltan los rostros de las cholas,...
- 12/08/2011 02:00
- 12/08/2011 02:00
CHINA. El primer portaaviones chino zarpó de un puerto de Dalian (noroeste) para iniciar sus pruebas, según anunció ayer, jueves, el ministro de Defensa, una acción que podría provocar recelo debido a la rápida expansión militar.
El portaaviones, de 300 metros de largo, estaba destinado en un principio a la Armada soviética.
Llamado el ‘Varyag’, fue comprado en 1998 a Ucrania y enteramente renovado y equipado en China.
Esta primera salida al mar, anunciada a través de un breve despacho de la agencia China Nueva, se ha hecho en toda discreción.
Beijing parece preocupada por la imagen belicosa que dan los portaaviones.
De hecho, EEUU reclamó explicaciones a China sobre su necesidad de un portaaviones, en un marco de preocupación por las aspiraciones militares de Beijing.
‘Daríamos la bienvenida a cualquier explicación que China quiera dar sobre su necesidad de este equipamiento’, dijo a los periodistas la portavoz del departamento de Estado, Victoria Nuland, tras ser consultada si ese portaaviones aumentaría las tensiones en la región.
Las pruebas en el mar no durarán mucho tiempo, según la agencia, que cita fuentes militares chinas, añadiendo que el portaaviones regresará a su puerto para ser sometido a renovación.
‘El ‘Varyag’ será primero sometido a numerosas pruebas y servirá para ejercicios de entrenamiento de su escuadrilla aérea, pero el navío está prácticamente listo para misiones de combate’, explica a la AFP Rick Fisher, del International Assessment and Strategy Center.
Para el Ejército Popular de la Liberación —el mayor del mundo— este portaaviones es ante todo una cuestión de prestigio dado que países vecinos como India y Tailandia ya tienen el suyo.
‘Los chinos pueden orgullosamente lucir su ‘Varyag’, así como otros componentes de sus nuevos equipos, y convencerse de que forman parte ahora de los ejércitos modernos’, subraya Dennis Blasko, un experto militar.
También es evidente la dimensión estratégica ya que China, cuyos intereses se extienden por el mundo, necesita intervenir más lejos, sobre todo en vías marítimas de suministro de hidrocarburos.