Faltó una supervisión efectiva

Actualizado
  • 06/04/2009 02:00
Creado
  • 06/04/2009 02:00
PANAMÁ. Los atrasos en la reparación de los centros escolares se convirtió este año en el talón de Aquiles del sistema educativo y traj...

PANAMÁ. Los atrasos en la reparación de los centros escolares se convirtió este año en el talón de Aquiles del sistema educativo y trajo como consecuencia que el inicio de las clases en las escuelas oficiales se retrasara un mes.

La pregunta obligada es: ¿qué pasó para que 540 escuelas no estuvieran reparadas a tiempo?

El ministro de Educación, Salvador Rodríguez, tiene una explicación. Sostiene que este atraso, en gran medida, se debió a que faltó, por parte del ministerio, una supervisión más activa de los trabajos que se estaban realizando.

“El inspector debe estar constantemente visitando el sitio de las reparaciones. Parece que no hubo mucho de eso y cuando iban a ver los trabajos ya el contratista había avanzado en cosas que no estaban de acuerdo con los planes y resultaba muy costoso y difícil corregir los errrores”, señaló.

El otro problema, según el ministro, es que las compañías aseguradoras no quieren asegurar los proyectos del Ministerio de Educación (MEDUCA) y no le otorgan fianza a los contratistas.

LOS DAÑOS EN LAS ESCUELAS

Unos de los mayores problemas que tiene el ministerio para la preservación de las escuelas es el alto índice de destrucción que se presenta en un gran número de ellas. “No es posible que en algunos planteles sean los estudiantes quienes arrojen las sillas por las ventanas”, dijo Rodríguez.

Por esta razón, el ministro plantea que se busque con padres de familia, estudiantes y directivos una fórmula para preservar los bienes de los centros educativos.

La otra alternativa que plantea Rodríguez y que a su juicio, es lo más importante, es que el ministerio no espere a fin de año para reparar las escuelas, sino que se abra un proceso de licitación para el mantenimiento preventivo.

“Esto quiere decir que una empresa vaya cada 15 días a las escuelas y realice los trabajos o mejoras que se necesiten”, indicó el ministro.

No obstante, a su juicio, gran parte del proceso de mantenimiento recae en la comunidad educativa. “Hay escuelas que parecen haber sido víctimas de un huracán”, señala.

En cuanto al nombramiento de docentes, Rodríguez argumentó que aún faltan por nombrar a nivel nacional unos 90 educadores.

Según el ministro, se trata de algunos docentes que se acogerán a jubilación y otros que no han aceptado los nombramientos asignados.

Manifestó que la mayoría de las vacantes que faltan por nombrar corresponden a centros escolares ubicados en áreas de difícil acceso. Sin embargo, Rodríguez confía en que el próximo lunes que comienzan las clases, todos los docentes estén en sus puestos de trabajo para iniciar un año lectivo sin contratiempos.

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